JUSTA MEDIANÍA

Escasez de hielo, lo de menos

JUSTA MEDIANÍA

David E. León Romero*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
David E. León Romero
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Más de 20 estados de la República Mexicana registraron temperaturas por arriba de los 30 grados centígrados en los últimos días. El pasado jueves, el extraordinario Servicio Meteorológico Nacional, una de las grandes instituciones del Estado Mexicano al servicio de la población, informó el fin de la ola de calor.

No obstante, las altas temperaturas prevalecerán, principalmente en el norte del país; además se espera, que por fin se incrementen las lluvias. Los efectos de estas condiciones han sido diversos, algunos dolorosos y otros superfluos, desde la muerte por golpe de calor, hasta la escasez de hielo.

Lamentablemente, han sido ocho las personas que han perdido la vida como consecuencia de las condiciones que imperan. Las unidades de Protección Civil nos invitan a extremar precauciones, en la búsqueda de mitigar el riesgo: mantenernos hidratados, evitar la actividad física en horarios de altas temperaturas, y buscar los lugares frescos y ventilados, poniendo mayor atención y cuidado en niños y ancianos.

De la mano de las altas temperaturas, la sequía se agudiza en distintos puntos de nuestro país. El último reporte del Monitor de Sequía de México retrataba afectaciones en diferentes grados en el 65 por ciento del territorio.

La disponibilidad de agua en México ha caído drásticamente. Cifras del Banco Mundial revelan que la disponibilidad promedio de agua por persona en 1960 era de 10 mil metros cúbicos, y para el año 2012, había disminuido a 4 mil, y se prevé que la disminución se agrave con el paso de los años.

Ha llovido menos que en un año promedio. De las 210 presas que administra la Comisión Nacional del Agua, 136 están por debajo de su 50 por ciento de almacenamiento.

En días pasados, se vivió una escasez de hielo, derivada de un incremento en la demanda, situación que afectó en mayor medida en los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad, en distintos estados del territorio nacional. Otra de las consecuencias han sido los cortes de luz, derivados del incremento en la demanda por parte de los usuarios.

El hielo es probablemente lo menos preocupante, pero sí una señal del nivel de nuestro problema. Preocupante la escasez de agua potable y el sacrificio que millones de mexicanos deben hacer para obtenerla; preocupante la afectación en el campo mexicano, principalmente en aquel de autoconsumo; preocupante la falta de saneamiento, el bajo porcentaje de aprovechamiento de agua de lluvia, de reutilización y reciclaje de agua que nuestro país registra. Por si esto fuera poco, las condiciones para la generación de incendios forestales, que ponen en riesgo a nuestros ecosistemas y a las familias que viven en ellos o cerca de ellos, son las idóneas.

El cambio climático es una realidad y es responsabilidad de todos los sectores atenderlo. Una vez más, la realidad nos pone a prueba y nos recuerda la urgente necesidad de modificar radicalmente nuestra relación con el agua, mediante una cultura distinta, que promueva el uso eficiente y el cuidado del agua.