Javier Solórzano Zinser

Va por México toma aire

QUEBRADERO

Javier Solórzano Zinser*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Javier Solórzano Zinser
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Las elecciones en Edomex y Coahuila van a dar una idea de qué tanto puede pesar en el proceso la dinámica de nación sobre lo local. 

Los dos elementos estarán en juego, pero por las experiencias en otras elecciones debiera prevalecer la dinámica local. Sin duda estarán en el imaginario colectivo los cuatro años y más de López Obrador en Palacio Nacional. La presencia abrumadora del Presidente no puede pasar por alto, más allá de la efectividad o no de sus programas.

Por supuesto que cuenta lo que hacen los gobernadores. En recientes procesos se ha visto que en algunos casos las y los ejecutivos estatales han entregado la plaza. No se sugiere que se metieran en los procesos, lo que llama la atención es que los gobernantes no hicieron absolutamente nada ni por el candidato de su partido ni por el partido.

No necesariamente las razones de ello pasan porque se pasen de pulcros y “democráticos”. Más bien queda la impresión de que se han hecho a un lado para evitar cualquier tipo de confrontación con el Presidente. No son casuales los cargos que a algunos exgobernadores se les han otorgado en consulados y embajadas.

No es sólo el sentido de la “conveniencia a futuro”, también está en juego el fantasma del pasado que los condena. Optan hacerse a un lado antes de que las fiscalías estatales y la ausente FGR se encarguen de investigarlos.

Por ahora no va quedando claro lo que puede pasar en el Edomex y en Coahuila. En el estado fronterizo el peso del gobernador es real, lo cual se refleja en altos niveles de popularidad. En el Edomex Del Mazo mantiene una relación tersa con el Presidente y con la “corcholata” mayor.

En los últimos años se ha visto que la popularidad de los gobernantes no lleva a que en automático se convierta en apoyo de los ciudadanos al partido en el poder. Querétaro tenía un gobernador priista con un alto nivel de popularidad, pero el tricolor fue derrotado de manera contundente y por ahora no se ve el regreso a la gubernatura.

No necesariamente hay una lógica política que pudiera adelantarnos lo que va a pasar. En el Edomex la reeditada alianza Va por México tendrá que batallar para ganar las elecciones. A lo largo de décadas el PRI ha gobernado el estado que se ha significado por ser fundamental en los triunfos presidenciales del tricolor, ha sido su bastión en innumerables sentidos.

Lo que ha pasado en los últimos años muestra un avance significativo de Morena en el estado. Además, el Presidente tiene en el Edomex uno de los ejes para conservar el poder en el 2024, así que López Obrador hará campaña y más tratándose de su candidata consentida.

En Coahuila las cosas se ven un poco diferentes. Si bien ha avanzado Morena el PRI mantiene varios municipios y en alianza tiene un buen candidato en Manolo Jiménez.

El gobernador en diversas ocasiones ha manifestado críticas al Presidente y ha pintado su raya. Miguel Ángel Riquelme ha mantenido un alto nivel de popularidad en todo el estado echando por delante al PRI. A esto sumemos que Morena está hecho bolas, este día podría definirse el futuro de Ricardo Mejía que está buscando una alianza con el veleidoso Partido Verde y con el PT.

Dos elecciones que tienen su dinámica local, pero ya nos pintan escenarios del obsesivo 2024.

RESQUICIOS.

El Comité de Integridad de la FES Aragón de la UNAM determinó que “La tesis elaborada en 1987 es copia sustancial del original presentada en 1986”. La ministra está obligada a tomar decisiones radicales, ya no hay otro camino.