Leonardo Núñez González

El giro de Macron y Francia ante Rusia

EL ESPEJO

Leonardo Núñez González*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Leonardo Núñez González
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La política del presidente francés, Emmanuel Macron, ante la invasión rusa a Ucrania, ha dado un giro de 180 grados comparado con hace un par de años.

Anteriormente conocido por su postura conciliadora hacia Rusia y su crítica a la dependencia europea de la OTAN, Macron ha adoptado una posición más firme y proactiva en el conflicto actual, siendo una de las voces que se han alzado para no dejar a su suerte al pueblo ucraniano.

Macron, quien una alguna vez abogó por la reconciliación europea con Rusia y describió a la OTAN como una institución con “muerte cerebral”, ha cambiado su tono. La invasión de Ucrania por parte de Rusia no sólo ha sido un golpe estratégico para Macron, sino que también ha revitalizado a la OTAN y ha subrayado la importancia de Turquía como socio estratégico, debido a su control sobre los estrechos turcos y la entrada al mar Negro.

A pesar de ser uno de los principales defensores de Ucrania al inicio de la guerra, proporcionando ayuda militar y económica significativa, Macron insistía en que Rusia debería reintegrarse, eventualmente, al seno europeo. Sin embargo, su política hacia Ucrania ha experimentado un cambio sustancial desde entonces. Sus recientes comentarios sobre la idea sugerente, aunque remota, de enviar tropas francesas a Ucrania han dominado los titulares internacionales y reflejan un cambio de estrategia.

En mayo de 2023, Macron dio un discurso en Bratislava en el que admitió haberse equivocado y se disculpó con Europa Central y Oriental por no haber tomado en serio sus advertencias sobre Putin. Además, la reciente firma de un acuerdo de seguridad bilateral con Ucrania y la propuesta de enviar tropas de la OTAN, junto con la divulgación de grabaciones de sus conversaciones con Putin y Zelenski, demuestran una postura más agresiva contra Rusia. Francia también ha firmado acuerdos militares con Armenia y Moldavia, lo que ha causado irritación en Moscú.

Con la posibilidad de que Trump regrese a la Casa Blanca o que la ayuda a Ucrania se estanque en el Congreso, Europa se enfrenta a la decisión de aceptar sentarse a negociar la integridad territorial de Ucrania o proporcionar más ayuda para llenar el vacío dejado por Estados Unidos. Macron ha reconocido que demostrar que Europa puede ser autónoma estratégicamente es esencial, y que potencias como Francia y Alemania pueden garantizar la seguridad del continente por sí mismas.

Sin embargo, existe una discrepancia entre la retórica de Macron y la realidad, ya que el apoyo real de Francia a Ucrania ha sido bastante escaso. Según el Instituto Kiel, Francia ocupa el puesto 22 entre los 27 miembros de la UE en términos de compromisos de ayuda a Ucrania en relación con el PIB. Aunque el reciente acuerdo de seguridad bilateral con Kiev promete más asistencia militar, sigue siendo menos de la mitad de lo que Alemania proporciona en un solo mes. La política exterior de Macron siempre ha aspirado a más de lo que Francia puede permitirse realmente. Su reciente cambio de postura hacia Ucrania y la búsqueda de una mayor autonomía estratégica europea son ejemplos de esta ambición, aunque aún queda por ver si sus acciones estarán a la altura de sus palabras.