En la CDMX hay opciones para trabajar, dicen

Catafixian los migrantes el American Dream ahora por el Chilango Dream

Personas que habitan en el campamento de la Plaza de la Soledad analizan quedarse a vivir en la capital del país; modificaron su decisión por llegada de Donald Trump a presidencia de EU; algunos ya son pequeños emprendedores

Goldin, tatuador venezolano, quien improvisó un estudio en el campamento de la Plaza de la Soledad “raya” el brazo de un joven.
Goldin, tatuador venezolano, quien improvisó un estudio en el campamento de la Plaza de la Soledad “raya” el brazo de un joven. Fotos|Eduardo Cabrera|La Razón

Migrantes varados en la Ciudad de México ven complicado continuar con el “sueño americano” a causa de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, por lo que algunos aspiran al “sueño chilango”.

El segundo mandato del mandatario republicano comienza a avivar la crisis migratoria por sus políticas en contra de las personas en situación de movilidad, ya sea aquellas que están en su nación o bien, quienes salen de sus naciones y cruzan México con el objetivo de entrar, ilegalmente o no, a su territorio, así como para quienes ya viven en México.

En la capital del país hay, al menos, cuatro campamentos o asentamientos migrantes donde la mayoría de las personas esperaba pasar a Estados Unidos por medio de la aplicación CBP One. Son “colonias” hechas de casas de madera y lonas en las que sus habitantes están en la incertidumbre por las duras medidas migratorias impuestas por Trump.

De acuerdo con migrantes que viven y trabajan en la Ciudad de México, es en estea entidad en donde más oportunidades han encontrado para trabajar y vivir.

En el campamento hay varios migrantes quienes se dedican a la venta de alimentos típicos de sus países natales, como Xiomara.
En el campamento hay varios migrantes quienes se dedican a la venta de alimentos típicos de sus países natales, como Xiomara. Fotos|Eduardo Cabrera|La Razón

En la plaza de la Soledad, ubicada en la alcaldía Venustiano Carranza, a un costado del Mercado de La Merced, miles de migrantes esperan lo que les pueda suceder. Hay quienes temen un desalojo, otros aún aspiran a llegar a Estados Unidos y otros más buscan quedarse en la ciudad.

En este sitio viven más de mil 500 migrantes, entre adultos e infantes, provenientes de El Salvador, Honduras, Colombia y la mayoría, de Venezuela.

Entre las casas de campaña y de madera; los puestos de dulces, arepas, barberías y estudios improvisados de tatuajes, hay personas que abandonaron el “sueño americano” y ahora apuestan por la ciudad.

“Es que aquí hay chamba, pana”, afirman a La Razón varios jóvenes, quienes pasan sus días sentados en las escaleras ubicadas frente a la iglesia de la Soledad a la espera de algún empleo como cargadores de camiones, limpiadores de terrenos, albañiles o “lo que caiga”.

De enero a agosto de 2024, la Secretaría de Gobernación federal registró seis mil 713 medidas de alojamiento temporal de
personas que no acreditaron su situación migratoria.
De enero a agosto de 2024, la Secretaría de Gobernación federal registró seis mil 713 medidas de alojamiento temporal de personas que no acreditaron su situación migratoria. ı Foto: Gráfico: La Razón

“Aquí llegan a decirnos que si queremos chamba y nos llevan pa’ lo que sea: pa’ ir a los diablos o a cargar camiones aquí con los chinos; a veces vienen pa’ llevarnos a limpiar terrenos, pero son jodas”, dice un joven venezolano y asegura que éstos son los únicos empleos que pueden ejercer a falta de papeles para su residencia legal en el país.

En agosto pasado, el Instituto Nacional de Migración detalló que en el país habían 712 mil 226 mil personas en situación migratoria irregular.

En su boletín Estadísticas Migratorias Mujeres y Hombres 2024, la Secretaría de Gobernación federal reportó, de enero a noviembre, seis mil 713 eventos de personas en situación migratoria irregular en la Ciudad de México; es decir, presentaciones para alojamiento temporal para regularizar su estancia o bien, canalizaciones de menores de edad y sus acompañantes a albergues.

Los migrantes que trabajan ilegalmente en la ciudad llegan a percibir salarios no mayores a 350 pesos por día trabajado.

Migrantes cambian el American Dream por el Chilango Dream
Migrantes cambian el American Dream por el Chilango Dream Fotos|Eduardo Cabrera|La Razón

Habitantes de dos campamentos de este tipo dijeron a este diario que recibían al menos 250 pesos por cargar camiones en las calles del Centro Histórico, de 150 a 300 pesos por ser “diableros” y sueldos a convenir por trabajos en la periferia, los cuales conllevan más riesgos.

“Ayer vinieron y nos llevaron a cercar un terreno bien lejos de aquí, dos horas de camino y no, amigo, pues resulta que la persona que nos llevaba estaba invadiendo el terreno, llega la policía y nos querían llevar a nosotros y cuando nos soltaron ya no nos quería pagar aquel fulano, no mano, está duro trabajar así “, dice Wilmer.

La contratación de estas personas para trabajos duros ha aumentado, pues es muy común ver en la capital a sudamericanos, principalmente, como cargadores en el Centro Histórico, en la Central de Abasto, en Iztapalapa, en tianguis, carnicerías e incluso, a finales de año, en la cosecha de romeritos, en Tláhuac.

Una de las personas que siguen este nuevo “sueño chilango” es Daniel Anselmo, originario de Caracas, Venezuela, quien buscaba llegar a Estados Unidos para poner un restaurante. La añoranza se complicó por las nuevas políticas migratorias de Trump, por lo que ahora, dice, espera hacer su sueño realidad en la Ciudad de México con la esperanza de que el Gobierno actual le ayude a conseguir sus papeles para trabajar y residir legalmente.

Aspectos de migrantes que emprenden en oficios
Aspectos de migrantes que emprenden en oficios Fotos|Eduardo Cabrera|La Razón

“Para nadie es un secreto que estamos pasando por situaciones muy críticas (en Venezuela), no es de ahorita, es de hace muchos años que comenzó la mal llamada ‘revolución’ y llegó la dictadura allá”, relata Daniel. “Nosotros vemos aquí a un estado muy próspero que se presta para que nosotros no nos regresemos a nuestro hogar, porque nuestro hogar es un fracasado”.

Sobre las mujeres, niñas y niños del campamento en La Soledad, Daniel Anselmo menciona que no viven en condiciones para tener un buen desarrollo y vivir seguros; además, viajan en familia o solos en busca de una vida mejor.

La cita ofrecida por la CBP One terminó con toda la esperanza de llegar legalmente a Estados Unidos, pues era la única vía de acceso segura para personas en situación migratoria, ahora estos permisos humanitarios han sido cancelados y las personas que ya tenían cita para cruzar se han quedado en el limbo.

En esta misma plaza trabaja Goldin, un tatuador venezolano quien “raya” a migrantes y chilangos. Él está junto al paradero de camiones localizado en esta parte de la zona de La Merced y Candelaria, en un estudio improvisado que comparte con un barbero. Aquí él cobra 700 pesos “para arriba” según el tamaño de la pieza.

Migrantes cambian el American Dream por el Chilango Dream
Migrantes cambian el American Dream por el Chilango Dream Fotos|Eduardo Cabrera|La Razón

En el local de Goldin no hay lujos, sólo una mesa donde pone sus tintas y agujas, un par de sillas para él y el cliente y una bandera grande de Venezuela que adorna toda la habitación que funge como estudio de tatuajes y barbería. Aquí, Goldin trabaja para llegar a Estados Unidos, pero no descarta seguir su oficio en la capital.

En una situación similar está Tony, barbero que reside y trabaja en una de las calles que se hicieron entre las casas de madera. Es “dueño” de una choza y del local donde corta el cabello, aunque sabe que eso podría terminar pronto si llegan a desalojar la plaza y comienzan a regresar al sur a todos los migrantes que aquí se encuentran.

Tony se encuentra aquí desde hace más de medio año y afirma haberse empleado antes cargando camiones y mercancía en el Centro Histórico, como cientos de sus connacionales, pero decidió dejarlo, porque la paga no le alcanzaba y quería emprender su propio negocio como todos los que aquí viven.

En un sillón que se encuentra afuera de su hogar, sus amigos y clientes se juntan a esperar por un corte de cabello o simplemente a pasar el rato con Tony, quien busca radicar en la Ciudad de México hasta conseguir una visa que le permita llegar a Estados Unidos.

Aspectos de un campamento de migrantes en la CDMX
Aspectos de un campamento de migrantes en la CDMX Fotos|Eduardo Cabrera|La Razón

“Yo dormía aquí en la barbería, aquí mismo, luego le compré ésa de ahí enfrente a una familia que le salió cita y se fue, tres mil quinientos me salió, creo, y ya duermo allá y trabajo acá “, cuenta Tony.

La población migrante que por ahora se emplea informalmente en la Ciudad de México no sólo está interesada en quedarse en la ciudad, también quiere quedarse en la zona centro de la capital, pues dice que aquí están los trabajos y no les gustaría tener que viajar más de dos horas para llegar a su empleo.

MIEDO A RETORNAR. Una mujer venezolana, quien por motivos de seguridad no da su nombre, expresa que está preocupada y a la espera de las disposiciones del Gobierno federal y local, pues no sabe qué pasará con los campamentos ahora que CBP One ha sido cancelada y las medidas migratorias han endurecido.

Por ahora ella trabaja en una fonda, pues ayuda a preparar quesadillas en uno de los cientos de puestos del Centro Histórico. Prevé que así sea por lo menos hasta que exista un vuelo humanitario para que regrese a su país, Venezuela, pues dice que al tener la cita programada gastó todos sus ahorros para irse a la frontera un día antes de tener que presentarse en su punto fronterizo indicado; sin embargo, todo se vino abajo con la extinción de la CBP One y su bolsillo quedó en ceros.

En la imagen, un campamento de migrantes en la CDMX
En la imagen, un campamento de migrantes en la CDMX Fotos|Eduardo Cabrera|La Razón

“Quisiera saber qué va a hacer la Presidenta (Claudia Sheinbaum Pardo) con nosotros los migrantes, porque hay de todas las nacionalidades acá en la Plaza la Soledad y muchos no tenemos dinero para regresarnos a nuestros países, nos dicen que nos dan 20 días para devolvernos, que nos tenemos que ir por nuestra cuenta, así sólo nos exponemos a los cárteles, a que nos secuestren y nos quiten dinero”, menciona.

Xiomara, originaria de Colombia, relata que confía en la Presidenta Sheinbaum Pardo, ya que ella, como muchos en su situación, ya no tiene fondos para regresar a Colombia por lo que espera un vuelo humanitario a su país desde aquí, mientras tanto, vende pollo frito.

Migrantes en CDMX.
Migrantes en CDMX. ı Foto: Eduardo Cabrera.

Entre lágrimas, Xiomara agradece a los mexicanos por su hospitalidad y por el buen traro y admite que ella cree que la situación de los campamentos irregulares debe cambiar, pues es consciente de que están invadiendo un espacio que puede ser histórico y deberían de marcharse ahora que las citas CBP One han sido canceladas.

La preocupación es bastante, pues según la compañera de Xiomara, quien viaja con un menor de ocho años, la falta de una escuela para su hijo está afectando el aprendizaje y la actitud del menor, situación que se suma a casos de estrés postraumático que se genera por las vivencias en el trayecto desde sus lugares de origen; situaciones de secuestro, robos, discriminación, desaparición y asesinatos son historias frecuentes entre este grupo que se encuentra vulnerable.

Tatuaje.
Tatuaje. ı Foto: Eduardo Cabrera.

Tony, Goldin, Xiomara, Wilmer, Daniel y muchos otros piden certeza para sus futuros. Por ahora su opción es el “sueño chilango”, legalmente claro, pues dicen, que quieren apegarse a las leyes que tiene nuestro país y poder tener una vida.

“Yo siempre le digo a la gente: sólo se fracasa cuando se deja de intentar”, dice Daniel Anselmo.

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