Pide psicólogo evitar la ansiedad social

Persiste miedo entre usuarios del Metro y Metrobús por pinchazos

Pasajeros toman sus precauciones debido a los reportes de piquetes en el transporte público; Antonio y Adriana cuentan cómo han reforzado sus medias de seguridad al viajar

Usuarios del Metro entran, a la fuerza, a un vagón, el pasado 6 de mayo.<
Usuarios del Metro entran, a la fuerza, a un vagón, el pasado 6 de mayo.< Foto|Cuartoscuro

Luego de que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha reportado al menos 41 casos de pinchazos en el transporte público y en la vía pública, usuarios del Metro y del Metrobús compartieron que temen por la situación, mientras que expertos en psicología llamaron a no entrar en pánico para evitar otros síntomas derivados de este problema, como la ansiedad social.

Antonio, quien utiliza regularmente las líneas 2 y 3 del Metro, expuso que percibió que los usuarios están alertas en los andenes en la medida de lo posible, tratan de tener el menor contacto físico.

  • El Dato: En algunas estaciones del Metro hay elementos de seguridad en los andenes y transbordos para atender cualquier emergencia relacionada con los piquetes.

El usuario mencionó a La Razón que a raíz de que la Fiscalía local reconoció los reportes de pinchazos, se puso en alerta al saber que el modus operandi continúa activo pese a las investigaciones.

“Después de que se dieron a conocer los 41 pinchazos, salieron otros casos más, uno de ellos en la Línea 3. A mí no me gusta subirme al Metro, prefiero el Metrobús, pero ayer (miércoles) lo ocupé para ir de Allende a Hidalgo y luego a Indios Verdes. La gente se mira entre sí y tratan de ya no amontonarse, a la mejor, porque ya no era pico.

“En el Metrobús pasó lo mismo, yo he tratado de subirme y sentarme, pero hasta la parte de atrás para así observar si hay alguna anomalía o no y reportarla, pero hasta ahora no ha sido necesario. Ando pilas, estoy volteando a cada rato a ver quién está atrás de mí, al lado mío, a mi izquierda, a mi derecha y tomar distancia, no irme entre la bolita porque ahí podría ir el pinchazo”, mencionó.

  • 3 Personas han sido detenidas por su presunta relación con los pinchazos
  • 4 Del total de piquetes registraron la presencia de algún estupefaciente

El pasado 2 de mayo, las autoridades capitalinas informaron que, de los 41 piquetes registrados, 33 ocurrieron en el Metro, cuatro en el Metrobús, tres en vía pública y uno en el Pumabús, que es el transporte que funciona dentro de Ciudad Universitaria, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

De acuerdo con la fiscala local, Bertha María Alcalde Luján, del total de hechos, en cuatro se detectó alguna sustancia en el organismo y en 15 hay lesiones compatibles con una punción; además, descartó que haya relación con intentos de secuestros, agresiones sexuales u otros delitos de alto impacto.

Antonio dijo que, en caso ser víctima, actuaría conforme al protocolo sugerido por las autoridades, o bien, llamaría al 911; también, dijo, trataría de identificar quién fue el responsable y notificar al conductor del tren para que lo auxilien en lo que los policías atienden el caso.

El psicólogo y académico de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM, Gabriel Villafaña, comentó que este ataque generó ansiedad amplificada a nivel social, pues este miedo se alimentó por el temor al daño no visible y la incertidumbre, a través de redes sociales, así como medios de comunicación.

“Un punto clave lo llamaría miedo al contagio y al daño oculto, ya que la idea de ser atacados con una jeringa evoca enfermedades graves como el VIH y la hepatitis; entonces, cuando se activa nuestro sistema nervioso autónomo de esta manera, tenemos respuestas emocionales muy intensas a pesar de que el riesgo real sea bajo”, dijo en entrevista.

El experto de la UNAM sostuvo que también percibió en esta situación “el efecto bola de nieve”, el cual refiere a que, si bien el porcentaje de víctimas es bajo, en comparación con la cantidad de personas que utilizan el transporte público, que en 2024 fue de mil 171 millones, el miedo se propagó rápidamente, porque apela a lo desconocido.

Gabriel Villafaña mencionó que otro aspecto que influye es la psicología del rumor, pues existe un contexto de amenaza y las personas tienden a llenar los vacíos de información con suposiciones para poder encontrarle sentido a lo que está pasando.

“Esa ansiedad hace que se compartan versiones exageradas, no comprobadas y llenadas con sesgos cognitivos y a la vez hay reacciones de hipervigilancia debido a que se incrementan los niveles de estrés, las conductas de evitación, se presentan síntomas psicosomáticos.

“Habrá personas que digan que sienten la sensación del pinchazo o del ardor, esto no es que se minimicen los casos que hay ni invalidarlos, pero desde un punto de vista psicológico puede haber paranoia colectiva sin evidencia objetiva”, apuntó.

El experto llamó a la ciudadanía a no bajar la guardia, evitar pensamientos catastróficos y corroborar que la información que consumen respecto al tema esté verificada y generar redes de apoyo.

“Debemos aprender a distinguir entre estar alerta y estar en alarma; el primero implica cognitivamente una valoración objetiva y realista, y estar en alarma ya es desbordar fisiológicamente ante el miedo que a veces no es real”, opinó.

A raíz de estas agresiones, la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, instruyó a reforzar la vigilancia en el transporte, por lo que se desplegaron cinco mil 800 policías en las estaciones del Metro, agentes encubiertos, atención médica legal, psicológica e inmediata.

Asimismo, los diputados de Morena en el Congreso de la Ciudad de México iniciaron esta semana con campañas informativas con enfoque de género y prevención, en las instalaciones del Metro.

Adriana no utiliza el transporte público comúnmente, pero sus dos hijas de 17 y 24 años sí, por lo que consideró que fue necesario tener una plática con ellas acerca del tema, con la finalidad de prevenirlas ante un pinchazo.

La mujer consideró que los pinchazos podrían ser un modus operandi para robar, abusar sexualmente o incluso secuestrar y reclutar.

“Me preocupan mis hijas, ahorita sólo usan el transporte para ir a la escuela y de regreso, si quieren ir a otro lado procuro llevarlas conforme a mis tiempos de trabajo, porque también tienen prohibido usar Uber. Es triste que no hay un medio de transporte seguro.

“Esto de los pinchazos me parece algo muy bajo, incluso representa el cinismo de las personas para cometer delitos”, dijo.

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