Con la captura de María de los Ángeles “N” y Samantha “N”, viuda e hija, respectivamente, del exlíder del Cártel de Tláhuac, Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, dicho grupo criminal pasaría por un problema de liderazgo, aunque otra hija del capo podría tomar dicha posición, comentó el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Erick Ruiz.
El experto en materia de seguridad dijo a La Razón que tras el golpe asestado por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México a este grupo delictivo, no está claro quién podría dirigir la corporación criminal, aunque funciona bajo un mando familiar.
- El Dato: Las autoridades detuvieron a Samantha y Liliana en 2019; no obstante, ambas fueron liberadas y ahora sólo la segunda se mantiene como prófuga.
“Ante la aprehensión de María de los Ángeles y de Samantha, no habría un liderazgo claro y consolidado al frente del cártel. En todo caso, Liliana Pérez, su otra hija, podría reclamar el liderazgo; pero se mantiene prófuga”, explicó.

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De acuerdo con la Fiscalía capitalina, María de los Ángeles “N” habría tomado el mando del Cártel de Tláhuac, luego de que la Marina abatió a El Ojos durante un enfrentamiento el 20 de julio de 2017.
En tanto, Samantha “N”, conocida como Sam, presuntamente fungía como la operadora financiera del grupo criminal; además, es señalada por, supuestamente, ser la responsable de la comercialización y distribución de narcóticos en la zona.
- 8 años han pasado tras el abatimiento del líder y fundador del Cártel de Tláhuac
- 500 mil pesos de recompensa ofrecía la Fiscalía por María, Samantha y Liliana
Por las dos mujeres existían órdenes de aprehensión e incluso, desde 2024, una recompensa de 500 mil pesos para dar con su paradero. El domingo, tras las labores de inteligencia, elementos de la Policía de Investigación las detuvo en Pachuca, Hidalgo, para, después, trasladarlas al penal de Santa Martha Acatitla, en la Ciudad de México.
Erick Ruiz, quien es secretario técnico del Seminario Universitario sobre Democracia, Defensa, Seguridad e Inteligencia en la UNAM, detalló que, tras el abatimiento de El Ojos, Carlos “N”, El Cindy, esposo de Diana “N”, La Princesa de Tláhuac, hija del capo, tomó el liderazgo de la organización delictiva.
Las autoridades capturaron a El Cindy, a La Princesa de Tláhuac, así como al hermano de ésta, Kevin ”N”, El Ojitos, el 17 de mayo de 2020. Así, María de los Ángeles “N” y Sam pasaron a la cabeza, pero sin ellas, la estructura del grupo criminal se ve debilitada.
“Es una asociación criminal sostenida, sobre todo, por este núcleo familiar, pero con una clara presencia que opera en este entramado de los mototaxis que funcionan en esta zona de la ciudad.
“Por los principales mandos detenidos o en prisión, el grupo enfrenta esta incertidumbre o riesgo que puede conducir, insisto, a más violencias o a diluirse territorialmente”, dijo el experto.
De acuerdo con el más reciente informe de seguridad del Gobierno de la Ciudad de México, de octubre a junio el tercer grupo criminal más golpeado es el de Tláhuac, con dos células desarticuladas y 20 presuntos integrantes detenidos. Está por debajo de la Unión Tepito y la Fuerza Anti-Unión.
La Fiscalía capitalina detalló que, bajo el mando de María de los Ángeles “N”, el Cártel de Tláhuac tendría una disputa con la Unión Tepito y Los Rodolfos por el control de la venta y distribución de droga en la demarcación de la que lleva su nombre.
LA PRESENCIA. Inicialmente, El Ojos pertenecía a la banda del secuestrador Andrés Caletri, uno de los principales criminales locales de finales del siglo XX. Después fundó el Cártel de Tláhuac.
De acuerdo con el libro periodístico de 2019, Narco CDMX, Pérez Luna logró construir un imperio de narcomenudeo en Iztapalapa, Xochimilco, Coyoacán, Milpa Alta, Tlalpan y al interior de Ciudad Universitaria, la zona estudiantil de la UNAM.
Esto se debió a la falta de acción de las autoridades y a las condiciones particulares de la región, indica Erick Cruz.
“El sur oriente de la Ciudad de México por su condición de hacinamiento, de lento desarrollo social y una extensa área ecológica, sobre todo en Tláhuac y Xochimilco, pudiéramos pensar que es un escenario propicio para llevar a cabo estas rivalidades con algunos de estos grupos criminales”, explicó el experto.
Posteriormente, el Cártel de Tláhuac se diversificó a otros delitos, como el secuestro, la extorsión y el control de la red de mototaxis en el sur de la ciudad. Asimismo, se aliaron con el extinto cártel de los Beltrán Leyva.
De acuerdo con un análisis del especialista en seguridad, Víctor Manuel Sánchez Valdés, el grupo liderado por María “N” y Samantha “N” actualmente tiene presencia en Iztapalapa, Tlalpan, Milpa Alta, Coyoacán y Tláhuac y los municipios del Estado de México, Nezahualcóyotl, Chalco y Valle de Chalco.



