Anillo hecho con cenizas de Barragán divide a la UNAM

5ed62967c1cc5.jpeg
Foto: larazondemexico

“¿Cuáles son los límites y alcances de la UNAM a la expresión y creación artística?”, “¿Cuál es su papel en la provocación intelectual y creación cultural?” fueron las primeras preguntas que lanzó Ricardo Raphael, director del CCU Tlatelolco y moderador del primer debate organizado por el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) en torno a la exposición Una carta siempre llega a su destino. Los Archivos Barragán.

En el debate Obra, fetiche y ley participaron Enrique Xavier de Anda, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, César Cervantes Tezcucano, promotor cultural, Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del MUAC, Ismael Reyes Retana, abogado y Luis Vega García, catedrático de la facultad de Derecho de la UNAM.

La conversación tuvo como objetivo invitar a la reflexión acerca de La propuesta, obra que consiste en un diamante de 2.02 quilates que fabricó la arista Jill Magid con parte de los restos del arquitecto Luis Barragán y que se expone a partir de hoy en el MUAC.

En su primera intervención Cuauhtémoc Medina defendió a la universidad y la obra de la artista Jill Magid, pues dijo que la UNAM es un espacio abierto de ideas hacia el arte contemporáneo.

“Nosotros resguardamos la tradición del arte contemporáneo, el cuál confronta a la sociedad de su época. Desde el silencio de algo incomprensible hasta la interpelación directa de los poderes sociales”.

El primero en cuestionar la obra de Magid fue Enrique de Anda, “Respeto su trabajo pero tengo mis diferencias y desacuerdos, ella inventó un cuento en donde armó un triangulo amoroso; los archivos son el amante; el esposo es un ser físico y por otro lado ‘estoy yo que estoy la otra’ ” dijo citando a la artista en una declaración que hizo a The New Yorker en agosto pasado.

“Habría que preguntarse la intención estética y ética que buscó la artista” dijo.

César Cervantes, promotor cultural dijo no criticar la obra de arte, “si no hasta dónde llega un artista” por hacer su trabajo.

“Es incongruente criticar una fundación sin fines de lucro, para adueñarse de un personaje publico y utilizarlo con fines de lucro para adueñarse de un personaje público y utilizarlo con fines de lucro”, dijo.

Después de veinte minutos del debate, Jill Magid tomó la palabra para defender su creación “un artista lanza su trabajo al mundo y no sabe qué ocurrirá con él” e insistió en que la pieza no está ni estará a la venta.

Además dijo que quienes piden la destrucción del diamante y su regreso a la urna sería una censura.

Enrique de Anda le espetó a la artista su desaprobación ante el proyecto y recalcó que el proyecto de Magid es que “vulgarizo el símbolo de la memoria de Barragán”.

Medina criticó los puntos de debate de sus oponentes “debemos abordar la complejidad del tema ético y escena pública, hay una argumentación que descalifica, enfocándose en el permiso y las normas éticas” “arquitectura de ruido”.

Entre el público asistente al debate asistieron dos miembros de la familia Barragán: Emma Barragán Flores y Alfredo Vázquez Barragán.

Temas: