Leo Beenhakker, exentrenador del Real Madrid y América, falleció a los 82 años de edad, se informó este jueves.
Nacido en Ámsterdam, Beenhakker comenzó su carrera como jugador, pero fue en los banquillos donde realmente dejó su huella.
Los aficionados mexicanos al futbol recuerdan su paso por la Liga MX en la década de los 90, principalmente con el América, al que dirigió en dos etapas, la primera en la Temporada 1994-1995 y la segunda en el ciclo 2003-2004.
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Sin embargo, Leo Beenhakker también tuvo una breve etapa como timonel de las Chivas en la Campaña 1995-1996, la última de los torneos largos.
A lo largo de su trayectoria, se destacó por su capacidad táctica y su habilidad para desarrollar a jóvenes talentos, convirtiéndose en un referente en el futbol de clubes.
Su primera gran hazaña llegó con el Ajax, donde ganó la Eredivisie en dos ocasiones, en las temporadas 1979-80 y 1989-90.
Durante su tiempo en el club, Beenhakker no solo cosechó trofeos, sino que también contribuyó al desarrollo de un estilo de juego que definiría la identidad del Ajax.
El éxito de Leo Beenhakker con el Real Madrid
Sin embargo, su éxito no se limitó al Ajax. En el Real Madrid, Beenhakker dejó una marca imborrable al conquistar tres títulos de La Liga. Su gestión en el club español fue notable, llevando al equipo a la gloria en un periodo donde se construyó una de las plantillas más temidas de Europa. La combinación de talento y su liderazgo en el vestuario fueron clave para los éxitos que el equipo alcanzó bajo su mando.
El legado de Beenhakker también incluye su etapa en el Feyenoord, donde se convirtió en el único entrenador en la historia de la Eredivisie en ganar el campeonato con dos clubes diferentes. En la temporada 1998-99, llevó al Feyenoord a la cima, consolidando su estatus como uno de los grandes estrategas del futbol neerlandés.
En la selección nacional, Beenhakker fue un pilar fundamental, guiando a los Países Bajos en varias competiciones internacionales. Su enfoque metódico y su habilidad para motivar a los jugadores fueron elementos clave en el desarrollo del equipo, que ha sido reconocido por su estilo de juego dinámico y ofensivo.
A pesar de sus logros, en los últimos meses de su vida, Beenhakker enfrentó problemas de salud que lo llevaron a retirarse de la esfera pública. La prensa neerlandesa había informado que ya no salía de su hogar, lo que generó preocupación sobre su estado. Aunque se desconocen los detalles específicos de su fallecimiento, su partida deja un vacío en el corazón de quienes lo admiraban y respetaban.
Leo Beenhakker será recordado no solo por sus títulos y éxitos, sino también por su contribución al desarrollo del fútbol en los Países Bajos y su influencia en generaciones de entrenadores y futbolistas. Su legado perdurará en la historia del deporte, y su impacto seguirá siendo una fuente de inspiración para futuros talentos en el mundo del fútbol.
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FGR
