Los Rayados recibieron en el Estadio BBVA a los Tigres para disputar el Clásico Regio 141, el cual terminó en empate a un gol, a pesar de tener dos expulsiones a lo largo del encuentro, pues la primera parte se jugó con mucha intensidad por parte de ambas escuadras.
La primera jugada que levantó a los aficionados de sus asientos ocurrió en el minuto 32 de tiempo corrido, cuando Jorge ‘Corcho’ Rodríguez derribó a Ángel Correa cerca del área y César Ramos la calificó como una jugada manifiesta de gol, por eso decidió expulsar al mediocampista argentino.
La primera mitad estuvo llena de faltas por parte de ambos equipos y con varias tarjetas amarillas, pues en 45 minutos el silbante central mostró cinco cartones preventivos y dos rojos, ya que los Tigres sufrieron una expulsión al final del primer tiempo.
Lamentablemente para los Tigres, en el tiempo de compensación Jesús Angulo derribó a Germán Berterame en el área y el defensa de los Universitarios se ganó su segundo cartón amarillo, teniendo que irse temprano a los vestidores y desaprovechando la superioridad numérica que tenían en el campo.
El árbitro central marcó la pena máxima para los Tigres y el encargado de tomar el balón para enfrentarse a Nahuel Guzmán fue Sergio Canales, quien engañó al guardameta argentino con su tiro e hizo que el Gigante de Acero explotara al conseguir la ventaja en el marcador.
Los Rayados se fueron al descanso con la ventaja en el marcador gracias a la anotación de Sergio Canales, pero la segunda parte fue muy diferente a la primera, pues los dos equipos le bajaron la intensidad al juego, mientras que los que estaban proponiendo en la cancha eran los pupilos de Doménec Torrent.
Para los segundos 45 minutos, los estrategas hicieron sus respectivos cambios: Torrent decidió sacar a Jesús Corona y meter a Carlos Salcedo, mientras que Pizarro metió a André-Pierre Gignac en el lugar de Ozziel Herrera, algo que le funcionó al argentino.
Fue al minuto 67 de tiempo corrido cuando una estupenda jugada colectiva por parte de los Tigres le dio el gol al equipo, pues Gignac recibió la pelota en el medio campo, condujo hasta tres cuartos de cancha y metió un pase entre líneas para Juan Brunetta, quien peleó bien con la defensa y cedió la número cinco a Ángel Correa para que el campeón del mundo marcara el empate en el tablero.
Al final, ninguna de las dos escuadras logró hacerle daño al acérrimo rival, pues los Tigres estuvieron esperando a los Rayados en su campo y una vez más Anthony Martial demostró que tal vez su fichaje fue una equivocación por parte de los regiomontanos.
DCO


