Rodrigo Murray ha logrado lo que pocos actores: mantener viva una obra unipersonal por ocho temporadas y acercarse a la emblemática cifra de 100 representaciones, iniciando esta última temporada el 17 de marzo en el Teatro 11 de Julio. Su monólogo Leonardo no sólo es una exploración de la genialidad de Da Vinci, sino también un reflejo del propio Murray como actor, dramaturgo y apasionado del teatro.
En entrevista con el diario La Razón, el también conductor compartió el significado de este proyecto en su carrera, el proceso detrás de su creación y la evolución que ha tenido a lo largo del tiempo.
“Leonardo está en una canasta aparte, es un proyecto muy especial porque no sólo lo interpreto, sino que también es resultado de un largo proceso de estudio y reflexión sobre la vida de Da Vinci. No quería contar la historia del genio inalcanzable, sino del hombre, del ser humano que reía, lloraba y fracasaba como cualquiera de nosotros”, comentó el actor de la serie Renta congelada.

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La puesta en escena, que combina teatro dentro del teatro, permite que el público conecte con el personaje desde una perspectiva distinta. “La obra la cuenta una parte Leonardo, y otra la dice Rodrigo, el actor que intenta montar un monólogo sobre él. Esto me ha permitido jugar con la narración y darle frescura a cada función”, explicó.
Después de ocho temporadas, Leonardo sigue evolucionando, aseguró el actor. “El teatro está vivo, ninguna función es igual a la otra. Aunque la estructura y los diálogos se mantienen, hay cambios sutiles en la interpretación. Siempre busco hacer la historia más cercana y comprensible, que la audiencia se identifique con la humanidad de Leonardo”, dijo Rodrigo Murray.
El histrión destacó que la propuesta escénica se apoya en un elemento escenográfico clave: una pieza del escultor Sebastian, que se transforma en distintos espacios y épocas, desde la Florencia del Renacimiento hasta el México contemporáneo. “El escenario se moldea a la historia, permitiendo viajar en el tiempo y jugar con las posibilidades del teatro”, detalló.
Para la creación de este montaje, Murray hizo una exhaustiva investigación en la que descubrió aspectos sorprendentes sobre Leonardo, pero tres en particular marcaron su visión de la obra:
1. El fracaso: “Me di cuenta de que Leonardo, como todos, fracasó. Se obsesionó con proyectos que nunca concluyó, como la estatua ecuestre para Ludovico Sforza o sus estudios sobre la inmortalidad. Incluso La Mona Lisa podría verse como un fracaso, porque nunca la entregó a su cliente”.
2. La búsqueda de la inmortalidad: “Intentaba descifrar el secreto de la vida eterna. En esa obsesión se perdió en múltiples disciplinas”.
3. Su amor por el teatro: “Leonardo diseñaba espectáculos y escenografías innovadoras. Su fascinación por la representación escénica fue lo que me impulsó a convertir su historia en un monólogo”.
Aunque el éxito de Leonardo podría llevar a pensar en otros actores interpretándolo, Rodrigo Murray fue claro: “Por ahora, el único Leonardo en este país soy yo”. Sin embargo, no descarta que en el futuro otra persona tome la batuta.
tiempos de cambio. El artista reflexionó sobre la industria teatral en México y su relación con otros medios de entretenimiento. “El teatro ha estado en crisis desde hace tres mil 500 años, pero sigue vivo. A diferencia de la televisión o el cine, que atraviesan cambios drásticos con las plataformas digitales, el teatro permanece porque es una experiencia humana esencial”, explicó.
El montaje Leonardo regresa en una octava temporada, con funciones todos los lunes a partir del 17 de marzo en el Teatro 11 de Julio, en Doctor Vértiz 668, colonia Narvarte, alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México.
Leonardo
Cuándo: del 17 de marzo al 30 de junio
Dónde: Teatro 11 de Julio
Horarios: todos los lunes a las 20:30 horas
Localidades: $350 y $500

