Mantiene poderío

Anna Wintour deja de ser editora en jefe de Vogue en EU

La emperatriz de la moda seguirá como directora editorial global; “mi mayor placer es ayudar a la próxima generación de editores apasionados”, dice a su equipo

La directora, en la gala de los Premios Tony, en junio pasado.
La directora, en la gala de los Premios Tony, en junio pasado. Foto›Reuters

Anna Wintour, considerada una de las mujeres más poderosas del mundo de la moda, cedió un poco su dominio en la revista Vogue de Estados Unidos al renunciar como editora en jefe, puesto que tuvo durante 37 años y fue clave para que la publicación tuviera diversas transformaciones.

La noticia conmocionó, pese a que continuará como directora editorial global y directora de contenidos de Condé Nast, supervisando marcas, como WIRED, Vanity Fair, GQ, AD, Condé Nast Traveler, Glamour, Bon Appétit, Tatler, Allure, Teen Vogue, Ars Technica y Them.

La renuncia de Anna Wintour, de 75 años de edad, primero comenzó a difundirse en medios especializados de Estados Unidos y luego se dio a conocer en Vogue, sitio en el que se compartieron algunas declaraciones de la Emperatriz de la Moda, quien expresó que quiere apoyar a una nueva generación de editores.

  • El Tip: En su primera portada como editora en jefe, la modelo Michaela Bercu portó unos jeans Guess y un suéter de Christian Lacroix, algo que era inusual.

“Ahora, encuentro que mi mayor placer es ayudar a la próxima generación de editores apasionados, listos para asaltar el campo con sus propias ideas, apoyados por una visión nueva y emocionante de lo que puede ser una gran empresa de medios de comunicación. Y ése es exactamente el tipo de persona que debemos buscar ahora”, declaró en la reunión con el personal de la revista.

En su mensaje, Anna Wintour recordó cuando comenzó a ser editora en Vogue. “Cuando me convertí en editora de Vogue, estaba ansiosa por demostrar a todos los que pudieran escucharme que había una nueva y emocionante manera de imaginar una revista de moda americana”, comentó en la reunión en Nueva York, donde seguirá: “No voy a trasladar las oficinas —ni una sola pieza de mi cerámica de Clarice Cliff—“, dijo, de acuerdo con The New York Times.

Anna Wintour, según Vogue, seguirá teniendo muchas de sus responsabilidades. “Entre ellas, prestar mucha atención a la industria de la moda y a la fuerza cultural creativa que es nuestra MET Gala, y trazar el curso de los futuros Vogue Worlds, y cualquier otra idea original e intrépida que se nos ocurra… pienso seguir siendo la editora de tenis y teatro de Vogue a perpetuidad”, dijo.

Expresó que será emocionante conjugar su creatividad con la persona que asuma el nuevo cargo de director creativo editorial, que no existía en EU y el cual forma parte de los últimos cambios que se han hecho en otros países, en los que desde hace cinco años se han incorporado colaboradores más jóvenes, terminando con la época de los editores de alto perfil, como Emmanuelle Alt. El puesto de editor en jefe ya no existirá.

Desde 2020, la permanencia de Wintour como editora en jefe estuvo llena de rumores; pero, en medio de acusaciones de prejuicios raciales, la ascendieron a directora global de Vogue y directora global de contenidos de Condé Nast.

La historia de Anna Wintour con Vogue se remonta a los tiempos de Alexander Liberman, director editorial de Condé Nast, quien creó el puesto de directora creativa de Vogue en Estados Unidos para ella. Tiempo después fue enviada a Londres para editar la versión británica de la revista. En aquellos años, a mediados de los 80, declaró para WWD: “La mujer de hoy ha cambiado mucho y Vogue tiene que reflejarlo”.

Después volvió a NY para reincorporarse a Vogue, pero ahora bajo el título de editora en jefe, puesto desde el que modernizó la revista al cambiar las clásicas portadas de Vogue con fotografías de estudio, por imágenes en las que se mezclaba la alta cultura y el estilo callejero. Además de impulsar a diseñadores emergentes, como Alexander McQueen.