El suspenso se encierra entre cuatro paredes. En Instintos, la película de ViX que se estrena hoy, Kate del Castillo interpreta a Maggie, una mujer embarazada que debe enfrentarse a una irrupción violenta en su propia casa. Lo que inicia como un robo pronto se convierte en una batalla entre la vida y la muerte, en la que se explora una de las pulsiones más primitivas del ser humano: la supervivencia.
“Se trata de preservar la vida de su hijo. Esa parte animal la tenemos todas las mujeres, seamos madres o no. Fue un reto más emocional que físico porque todo el tiempo estás en un nivel altísimo de tensión”, compartió en entrevista con La Razón Kate del Castillo.
La producción, que cuenta también con Daniela Schmidt, Bruno Bichir y un elenco reducido, exigió máxima concentración: “Éramos cuatro personajes en cuatro paredes, y aunque fue complejo, resultó una bendición porque te mantiene en carácter todo el tiempo”, contó.

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La cinta parte de un guion que convenció de inmediato a la protagonista de La Reina del Sur. “Es un regalo de la vida como artista. Maggie es un personaje con mucha carne, con mucho hueso que desmenuzar, y la historia me atrapó desde el principio”, explicó.
La trama gira en torno a Maggie y su esposo, Sean, quienes esperan con calma la llegada de su hijo hasta que dos delincuentes irrumpen en su casa. Lo que no imaginan es que Cara, interpretada por Daniela Schmidt, oculta un plan mucho más oscuro que un simple robo.
Para Schmidt, el rodaje significó una experiencia profundamente cercana: “El hecho de ser pocos actores en una sola locación nos dio la oportunidad de hacer algo muy íntimo, casi artesanal. Estábamos muy cerca, podíamos comunicarnos, pedirnos cosas directamente y tener al productor ahí mismo. Para mí fue casi una experiencia religiosa”, relató entre risas.
Ese tono claustrofóbico fue la clave para sostener un thriller psicológico que busca ir más allá del entretenimiento. “Queremos hacer cine que sea mainstream, que sea mundial, con historias que conmuevan y trasciendan más allá de etiquetas. Todavía seguimos siendo estereotipadas y sexualizadas, pero hay que arriesgarse con buenos guiones porque talento hay de sobra”, afirmó la protagonista de Ingobernable.
En ese mismo sentido, Schmidt reconoció un momento de transformación en la industria: “Hoy hay una apertura total a que nuestras voces sean escuchadas. Es un momento muy rico donde tenemos absoluta libertad de contar historias humanas, desde lo femenino, desde lo masculino, sin limitaciones”.
El cine mexicano, dicen ambas, tiene las condiciones para globalizarse si apuesta por ideas potentes y bien ejecutadas. “Como productora no hago cosas sólo latinas, porque ni siquiera sé qué significa eso. Me interesa contar historias universales, que se entiendan en todo el mundo, como Instintos, en la que la empatía hacia una mujer embarazada la vas a comprender en cualquier país”, subrayó Kate del Castillo.
Por su parte, la actriz Daniela Schmidt destacó que las plataformas han abierto espacios inéditos para narrativas distintas: “Cada vez se están arriesgando más, sobre todo en Latinoamérica, a apostar por historias originales, fuertes y con personajes femeninos importantes. La industria está en un momento de cambio”.
La película vuelve inevitablemente a tocar un tema que acompaña a Kate del Castillo dentro y fuera de la pantalla: la maternidad. A los 52 años, la actriz aclara que su postura no ha cambiado.
“Llevo 30 años diciendo que decidí no ser mamá. Me parece absurdo que me lo sigan preguntando, como si fuera algo pendiente. Nunca he visto que le hagan esa pregunta a los hombres. No necesito ser madre para interpretar a una, para eso soy actriz”, concluyó la también actriz de Bad Boys for Life, La misma Luna y La más fan.

