Este sábado 15 de marzo, la Ciudad de México fue escenario de la Marcha Emo 2025, un evento que reunió a decenas de personas identificadas con esta subcultura que alcanzó su auge entre 2007 y 2009.
Los participantes, quienes portaban mayoritariamente con prendas negras, recorrieron Paseo de la Reforma hasta llegar a la Glorieta de los Insurgentes, punto emblemático para la comunidad emo.
La marcha evocó recuerdos de eventos pasados, especialmente del 16 de marzo del 2008, cuando se registró un enfrentamiento conocido popularmente como la “pelea de emos vs punks” en la misma glorieta.

¿Allison estará en la Marcha Emo CDMX 2025?
Este antecedente generó expectativas y cierta tensión respecto a la convivencia entre distintas tribus urbanas durante la marcha de este 2025.
¿Cómo se vivió la Marcha Emo 2025?
A lo largo del recorrido, los asistentes entonaron canciones de bandas representativas del movimiento emo, como My Chemical Romance, Pxndx, Alesana, Fall Out Boy, Tokio Hotel y Allison.
Estas agrupaciones fueron fundamentales en la formación de la identidad de la subcultura emo, caracterizada por una estética oscura y letras que abordan temas de introspección y emociones intensas.
La presencia de otras tribus urbanas, como punks y skaters, añadió diversidad al evento. Además, hubo una fuerte presencia de furros emos.
Aunque en el mítico 2008 se habían producido confrontaciones entre estos grupos, en esta ocasión la marcha transcurrió en un ambiente mayoritariamente pacífico, demostrando una evolución en la convivencia y tolerancia entre distintas subculturas.
Sin embargo, se llevó a cabo una pequeña batalla donde los manifestantes se arrojaron botellas, basura y agua, recreando la batalla que se vivió en Insurgentes, cuando emos y punks se enfrentaron.
La Marcha Emo 2025 no sólo fue una manifestación de nostalgia, sino también una reafirmación de identidad para quienes, años atrás, adoptaron este estilo de vida.
Muchos participantes expresaron que, lejos de ser una fase pasajera, el movimiento emo sigue siendo una parte integral de su identidad.
Además, la manifestación contó con gente de todas las edades, sorprendentemente. Varias personas también portaban banderas blancas con letras moradas que iban agitando durante el recorrido.
El evento también sirvió como plataforma para reflexionar sobre la evolución de las subculturas juveniles en la sociedad mexicana y su influencia en la moda, la música y las expresiones artísticas.
La difusión en redes sociales permitió que la marcha tuviera un alcance más allá de la capital del país, generando conversaciones sobre la vigencia de las subculturas y su impacto en las nuevas generaciones.
La Marcha Emo de este 15 de marzo en la Ciudad de México fue un evento significativo que reunió a diversas generaciones en torno a una subcultura que, lejos de desaparecer, ha demostrado su capacidad de resistencia y adaptación, reafirmando la importancia de las expresiones juveniles.
La moraleja es “¡No fue una etapa, mamá!”.

