La actriz Sydney Sweeney, reconocida por sus roles en Euphoria y White Lotus, protagoniza una campaña de jeans para American Eagle que ha generado una ola de críticas por su contenido interpretado como racista y eugenésico.
La publicidad, lanzada a finales de julio de 2025, está basada en un juego de palabras entre “genes” y “jeans”. En un videoclip, Sydney aparece vistiendo denim y reflexiona: “Genes are passed down from parents to offspring, often determining traits like hair colour, personality and even eye colour… My jeans are blue.” Posteriormente, una voz en off proclama el slogan: “Sydney Sweeney has great jeans”.
En español, el comercial se interpreta como: “Los genes se transmiten de padres a hijos, y a menudo determinan rasgos como el color de cabello, la personalidad e incluso el color de ojos… Mis jeans son azules”. La voz en off: “Sydney Sweeney tiene unos jeans geniales”.

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¿Por qué acusan a Sydney Sweeney de racista por la campaña de jeans de American Eagle?
Lo que para algunos resultó ingenioso, para otros evocó connotaciones perturbadoras. Usuarios en redes sociales e incluso expertos en antropología y marketing denunciaron alusiones encubiertas a la supremacía blanca y a ideologías eugenésicas. Se recalca que la campaña destaca a una mujer blanca, rubia y de ojos azules, reforzando estereotipos eurocéntricos de belleza.
En plataformas como TikTok y X, se viralizaron críticos como este: “No sabía por qué se estaban volviendo locos con el anuncio de Sydney Sweeney, … después me di cuenta… sí, eso es una p*** mierda de eugenesia aria”.
O bien: “¿Así que Sydney (y American Eagle) … esperan que el público no interprete esto como un eufemismo para la eugenesia y la supremacía blanca?”.
Incluso Cecilia DasGupta, profesora de Medicina Narrativa, analizó el anuncio en TikTok y describió cómo la campaña está “impregnada de mensajes eugenésicos”, vinculados históricamente a esterilización forzada en EU.
Por otro lado, voces conservadoras como la comentarista Megyn Kelly defendieron a Sweeney, argumentando que el concepto se refería únicamente a su estética física y que el revuelo era una exageración de la “izquierda radical”.
A pesar del backlash, la campaña parece haber funcionado comercialmente. El valor de mercado de American Eagle habría aumentado hasta un 10 por ciento y generado millones en publicidad gratuita. Además, se difundieron videos y vallas en Times Square, incluyendo tecnología 3D, y se lanzó el modelo limitado de la prenda llamado “The Sydney Jean”, cuyas ventas se destinan a apoyo para víctimas de violencia doméstica a través de Crisis Text Line.
Pese a todo, ni Sydney Sweeney ni American Eagle han emitido declaraciones públicas sobre la controversia.
La promoción jugaba con la sonoridad de “genes/jeans” y buscaba ser juguetona y audaz, pero fue interpretada por muchos como un eco peligroso de discursos racistas y eugenésicos. La tensión entre intención comercial y mensajes simbólicos ha provocado un intenso debate cultural que continúa abierto.

