Flee, huyendo de casa: ¿Debes ver el emotivo documental animado?

En “Flee: huyendo de casa”, documental que se presenta como un emotivo ejercicio de introspección, parecieran no aprovecharse del todo las posibilidades que ofrece la animación como forma de reinterpretar la realidad para adentrarse en los parajes de lo sugestivo y sorprendente, las cuales apenas se asoman en breves secuencias donde las figuras se desdibujan para materializar la sensación de los procesos mentales que implican los recuerdos y el autodescubrimiento.

Sin embargo, el vínculo que el director danés Jonas Poher Rasmussen establece entre los encuadres y trazos, con cada una de las capas que conforman la historia, apuntalados por material de archivo, alcanza niveles inesperados de virtuosismo en su uso como herramienta para liberar el testimonio y enfatizar la profunda humanidad detrás del mismo, manteniendo el anonimato de quien lo rinde y quien de paso es su amigo.

Es quizás esta misma cautela estética, la que le permite al otrora responsable de “What He Did” (2015), evitar desbocarse a la hora de ir al encuentro de los momentos más dramáticos al seguir los pasos del protagonista, quien a través de charlas revela pasajes de su infancia y adolescencia escapando de Afganistán para convertirse en refugiado, redescubriendo así su presente con su pareja en Dinamarca.

Es de tal modo que la narración se viste con una lacónica honestidad, sin victimizar sino enaltecer los lazos, el sacrificio y la comprensión al interior del núcleo familiar que se cimbra y parece resquebrajarse, pero no cede ante el acoso, la persecución y el miedo.

Todo dejando que sean los sentimientos en su estado puro los que le otorguen universalidad a una obra en esencia sumamente personal, mientras los matices definidos con sensibilidad y sencillez la convierten en una mirada tan fresca y cautivadora, como comprometida y devastadora, con respecto a la madurez y a un tema que por desgracia mantiene una abrumadora vigencia, la migración forzada.

Ganadora del premio Annie al mejor filme independiente y nominada en los Oscar dentro de las categorías de largometraje animado, internacional y documental, “Flee: huyendo de casa” es una lúcida y reflexiva exposición, un despiadado y necesario reclamo, y a pesar de todo una contundente bocanada de optimismo.