El jueves 23 de octubre de 2025, Javier Vargas Arias, empresario del sector citrícola de 43 años, fue asesinado a tiros en el ejido Jardín Nuevo, en el municipio de Álamo Temapache.
Según los reportes oficiales, un grupo armado arribó en una camioneta blanca y disparó contra Vargas Arias mientras se encontraba en la vía pública.
El crimen ha generado gran conmoción en la región, conocida como la “capital mundial de la naranja”, por su relevancia en la producción de cítricos en México. La violencia en la zona ha aumentado en los últimos meses, con diversos incidentes que han elevado la percepción de inseguridad entre la población local.
Tras el hecho, el Gabinete de Seguridad del Gobierno de México emitió un comunicado en el que aseguró que este crimen “no quedará impune”.
Las autoridades indicaron que, en coordinación con la Fiscalía General del Estado de Veracruz y la Secretaría de Seguridad Pública, se realizan investigaciones para esclarecer los hechos y dar con los responsables. Hasta el momento, no se han registrado detenciones relacionadas con el caso.
El asesinato de Vargas Arias se produce apenas tres días después del homicidio de Bernardo Bravo, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, en Michoacán, lo que ha llevado a expertos y autoridades a analizar posibles vínculos entre ambos casos, aunque hasta ahora no hay confirmación oficial.
La Fiscalía y la policía estatal acordonaron la zona del crimen y han recabado evidencia, mientras el Gabinete de Seguridad trabaja con agentes locales para identificar a los responsables.
“Estamos comprometidos a que hechos de esta naturaleza no queden sin castigo”, reiteraron las autoridades federales en su comunicado.
La comunidad citrícola ha manifestado su preocupación por el incremento de la violencia que afecta a empresarios y productores en el país. Organismos del sector agrícola han llamado a reforzar la seguridad y promover estrategias de protección para los trabajadores y empresarios del ramo.
Mientras las investigaciones continúan, las autoridades han pedido colaboración de la ciudadanía para aportar información que pueda conducir a la captura de los agresores.
El caso de Javier Vargas Arias pone de relieve la necesidad de reforzar la seguridad en regiones productoras de cítricos y la urgencia de acciones coordinadas entre los distintos niveles de gobierno para prevenir hechos similares en el futuro.
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MSL


