Estudio confirma registro de opioide en 9 de cada 10 muestras

Consumo de fentanilo aquí, en alza silenciosa

Traficantes mezclan heroína con opioide, revela investigación de UNAM; en 2019 hallaban restos en 9 de cada 80 personas; ahora son 9 de cada 10

Imagen ilustrativa del fentanilo generada con IA.
Imagen ilustrativa del fentanilo generada con IA. Foto: Imagen generada con IA en Recraft

La crisis de consumo de fentanilo en Estados Unidos, que ha tambaleado la relación bilateral con México, traspasó la frontera y, de manera “silenciosa”, este fármaco es ocultado en dosis con heroína, lo que ha fortalecido su presencia hasta expandirse, -—por lo menos, al centro del territorio nacional— y a que la demanda de tratamientos por su consumo haya crecido 17 veces en el último lustro.

Así lo expuso la coordinadora del grupo de trabajo de opioides en la Facultad de Medicina de la UNAM, Clara Fleiz Benítez, cuya investigación apunta a una rápida transición del consumo de heroína a su mezcla con fentanilo desde 2019, cuando 55 de 89 muestras apuntaban ya a la combinación de ambas drogas. Para 2024, el número de muestras se amplificó a cuatro mil 411, dado el crecimiento del fenómeno, estimando una tasa de nueve de cada 10 que contenían fentanilo.

“Eran consumidores de heroína y, sin saberlo, comenzaron a recibir dosis ya adulteradas con fentanilo. Lo que más nos ha llamado la atención es la rápida transición de la goma negra (heroína) al polvo blanco, que es la presentación que particularmente en la frontera tenemos de fentanilo, que es la China White.

“Teníamos poquitos casos; en una muestra casi de 80 personas identificamos nueve y, para este 2024, que es ahora que estamos terminando el estudio, prácticamente en nueve de cada 10 muestras que recolectamos en un análisis confirmatorio encontramos fentanilo”, dijo a La Razón.

Lo que más nos ha llamado la atención es la rápida transición de la goma negra (heroína) al polvo blanco, que es la presentación que particularmente en la frontera tenemos de fentanilo, que es la China White
Clara Fleiz Benítez, Investigadora de la UNAM

El problema viene de años atrás, escondido por la “maña” de los traficantes que comenzaron a introducir el fentanilo a nuestro país como compañero de otras drogas. En este caso, la heroína, de manera que quienes consumían habitualmente esta droga, también lo hicieron con dicho medicamento analgésico y desarrollaron una adicción por esta combinación, conocida como China White.

Un par de meses atrás, la problemática fue evidenciada por Eva María Beristáin, quien recorrió las calles de Tijuana, Baja California, donde documentó con un video subido a redes sociales el trabajo de organizaciones que auxilian, en la medida de sus posibilidades, a personas consumidoras de esta y otras drogas.

Ellos, muestra, viven en la calle sin oportunidades de vivienda, laborales y mucho menos salud, lo que las ha llevado no sólo a padecer las consecuencias propias de una adicción, sino también de la insalubridad y los contagios de enfermedades, que se reflejan en abscesos llenos de pus, heridas en los puntos de inyección y hasta el riesgo de perder extremidades por una infección.

El estudio de la investigadora de la UNAM, extendido a otras partes de la República, ha permitido ver que el problema ya no sólo se concentra en Tijuana, sino en estados como Sonora y, en años recientes, en el centro del país. De esto, destaca que cada vez el consumo se detecta en poblaciones que viven bajo condiciones diversas, lo cual es muestra de la expansión de la problemática.

“Identificamos ya en Sonora, en población joven y que tiene otras características a las que encontramos en la frontera, que no precisamente está en condiciones estructurales tan difíciles, que tienen casa; son jóvenes que empiezan a usar fentanilo por experimentar, por encontrar un nuevo rush… han perdido todo y no tienen nada debido a una deuda histórica con buena parte de estas comunidades, muchas de ellas migrantes, deportados, población que ha nacido en Tijuana, en Mexicali, en Ciudad Juárez.

“Lo que vemos es la suma de desventajas que les han impedido tener una vida digna, jóvenes que han querido estudiar y no han podido. Vemos población que quisiera tener un trabajo diferente y trabaja en la economía informal, con sueldos muy bajos, con una adicción muy fuerte y necesita obtener ingresos para poder comer, dormir y, a la vez, comprar su dosis”, expuso.

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. ı Foto: La Razón de México

Aumenta la sobredosis. La demanda de tratamiento por consumo de fentanilo, principalmente de tipo ilícito, ha ido en crecimiento exponencial desde 2019, cuando las autoridades federales tienen documentados apenas 25 casos, cifra que cobró una tendencia ascendente hasta llegar a 430 en 2023.

El consumo creciente de fentanilo, apunta la investigadora, se concatena con la insuficiencia en disponibilidad de naloxona, que sirve como un activo ante una sobredosis.

A pesar de que el inicio de consumo data de varios años atrás en México, fue apenas en 2023 cuando se incorporó al Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones (SiSVEA) la clave para fentanilo de producción ilegal, “debido a que se comenzó a recibir reporte de varios centros de tratamiento, principalmente en la frontera”.

“Las menciones por consumo de esta sustancia adictiva no son altas; se considera importante ir documentando la misma, dado que cada vez más usuarios mencionan su consumo, cosa que no se había observado en años previos en estos Centros de Tratamiento”, afirma el SiSVEA en un reporte.

En el último informe rendido, que recaba datos sólo hasta el 2023, la autoridad de salud reconoce que en un inicio los reportes por consumo de fentanilo eran principalmente en el norte, pero al término de dicho año ya rebasaban esta zona geográfica.

De los 922 reportes, 13 por ciento fueron mujeres; las mayores proporciones se concentran en Baja California, Sonora, Chihuahua y Nuevo León. Solamente Tamaulipas y Oaxaca no han reportado ningún usuario que haya consumido fentanilo alguna vez en la vida. Además, señala que, por grupo de edad, las personas que demandaron atención por fentanilo fueron principalmente jóvenes entre los 15 a 29 años.

El consumo de este opioide en el territorio nacional se ha hecho acompañar de transmisiones en ascenso de enfermedades como VIH o hepatitis en los “picaderos”, como ya se les nombra a los puntos donde personas en situación vulnerable comparten las jeringas y usan las mismas hasta en una decena de veces para su consumo.

“Al no haber jeringas, se reduce el número de jeringas que se le da a la comunidad, empiezan a compartirlas y esto eventualmente puede ser un factor para también la infección de VIH y de hepatitis, donde nueve de cada 10 tiene hepatitis; del 4.5 por ciento que tuvimos en el estudio que realizamos en el 2019, ahora detectamos un 11 por ciento con VIH, que son porcentajes muy por arriba del promedio nacional”, destacó.

Decomisan droga en el AIFA

Elementos de la Guardia Nacional (GN) aseguraron un paquete con seis kilos de fentanilo en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en el Estado de México.

La droga provenía de Acapulco, Guerrero, con destino a Nueva Jersey, en Estados Unidos.

De acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el costo de la droga asegurada es de 48.7 millones de pesos.

Autoridades de seguridad informaron que el paquete fue interceptado gracias a la colaboración entre las fuerzas de seguridad, que continúan su lucha contra el narcotráfico y el tráfico de drogas internacionales.

Cabe señalar que, como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad, este viernes se localizaron y destruyeron 154 plantíos de amapola en 16 hectáreas, así como 100 plantíos de marihuana en ocho hectáreas.

Los plantíos estaban distribuidos en Chihuahua, Sinaloa, Durango, Michoacán, Guerrero y Oaxaca, y su localización fue posible gracias al reconocimiento terrestres y aéreos, informó la SSPC.

En Sinaloa se erradicó un plantío de 600 metros cuadrados de marihuana. Además, se localizaron nueve áreas de concentración de material para elaborar metanfetamina y se aseguraron 12 mil 400 litros y 175 kilos de sustancias para la elaboración de droga.

En Culiacán se decomisaron cuatro vehículos, 10 armas largas, cargadores, 4 mil cartuchos y 140 kilos de metanfetamina.