Tras advertir que la tarifa de 20.9 por ciento que anunció Estados Unidos al jitomate mexicano perjudicará en costo a los propios estadounidenses, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué, dio a conocer que el plan es llegar a un acuerdo con el gobierno de Donald Trump para frenar la aplicación de la cuota antes del 14 de julio, que es cuando entraría en vigor la medida decretada.
Sin embargo, debido a que esta decisión no fue notificada al Gobierno de México, sino a los representantes legales de los productores, apenas se iniciarán los acercamientos con miras a un convenio, refirió la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo.
- El Dato: Berdegué precisó que esta “cuota compensatoria” no es “exactamente un arancel” ni es parte de los gravámenes de Trump contra México en los últimos meses.
Además, recordó que el acuerdo comercial respecto a este vegetal data de 1996, año desde el cual se han negociado cinco convenios ante las intenciones de Estados Unidos por acabar con el mismo, bajo el argumento de que los exportadores mexicanos ofrecen el producto más barato que los productores estadounidenses para tomar ventaja comercial, lo cual es una práctica conocida como dumping.

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“Se abre un periodo de 90 días, se va a conversar con EU, buscamos que se renueve este acuerdo en beneficio ciertamente de nuestros productores. Hay cientos de miles de personas que trabajan en México en la producción de tomate, los tenemos que cuidar, pero, también, si quieren, en beneficio de los consumidores estadounidenses, porque pues sí, hay que cuidarles la salud; nuestros tomates son muy saludables y ojalá que no les salgan tan caros”, dijo el secretario Berdegué.
Bajo este contexto, aclaró que este nuevo diferendo comercial no forma parte de la negociación arancelaria que se ha tenido desde enero, con la llegada de Donald Trump a la presidencia de dicho país, sino que la discusión viene de décadas atrás.
El secretario advirtió que México tiene abiertas dos investigaciones relativas a dumping contra Estados Unidos, una de ellas contra el pollo que se importa y donde se encontró que se vendía a precios menores. Explicó que el proceso concluyó en 2012 y, que hasta ahora, México se ha abstenido de aplicar tarifa o cuota compensatoria, pero ese caso está activo.
La otra investigación es contra la pierna de cerdo estadounidense, respecto de la cual la Secretaría de Economía está en proceso de investigación para proteger a productores de prácticas desleales.
Advirtió que, de concretarse la aplicación de la cuota al jitomate, la consecuencia será para ellos, que son quienes terminarán pagando el incremento del precio que tendrá este producto, debido a que México exporta a Estados Unidos 90 por ciento de dicha verdura y no hay otras opciones en el mundo que puedan hacerlo en la misma cantidad y calidad.
“¿Cuál va a ser la consecuencia de éstos, si es que se lleva a cabo, porque todavía faltan 90 días? Que sus tomates van a ser más caros, les van a salir más caras sus ensaladas, su ketchup y todo. Claro, no nos pueden sustituir, porque no es que haya un montón de otros países que producen esta cantidad de excelentes tomates a un precio muy conveniente; si lo quieren hacer, pues simplemente van a pagar 21 por ciento más caros sus tomates”, dijo el funcionario federal.
- 90 días tiene México antes de que se imponga la tarifa
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aclaró que México no había sido notificado sobre la aplicación de esta tarifa, sino que fue dada a conocer a los abogados de los productores, más no a las secretarías de Economía, de Relaciones Exteriores o de Agricultura.
“No se notificó al Gobierno mexicano, ni a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, ni a través de la Secretaría de Economía, ni a través de la Secretaría de Agricultura; se notificó a abogados de los productores de jitomate en Estados Unidos. Eso está mal. En todo caso, tendrían que haber notificado al Gobierno de México”, dijo.
Sobre las quejas de los estadounidenses por el bajo precio al que se comercia el jitomate mexicano, lo cual los pone en desventaja, respondió que no hay cambios al costo que se les da, ya que prácticamente se les exporta al precio de producción y negó que exista subsidio alguno para que ello ocurra.
Coincidió con lo dicho por el secretario de Agricultura, en cuanto a que EU no tiene alternativas más que México para conseguir este vegetal, más que un reducido porcentaje proveniente de Florida.
Acerca de la “tarifa compensatoria” que México podría aplicar a razón de una práctica de dumping hallada en la exportación de pollo y de carne de cerdo, comentó que en estos casos sí se tiene comprobado que el gobierno estadounidense ha cometido dumping; es decir, subsidiar a sus productores para vender a menor precio la carne y así ganar mercado en México ante otros productores.
Sobre quién encabezará el diálogo con el pasí vecino para revertir estos aranceles, la mandataria federal comentó que se verá luego de que su Gobierno sea notificado formalmente. No obstante, señaló que ya hay un canal de comunicación establecido con la administración republicana, el cual se abrió para atender la demanda del pago de agua que México debe a dicho país.

