¿Cuál es el mejor recuerdo de tu infancia? Seguramente guardas alguno. Desde jugar con tus amigos, pasar tiempo con tu familia o divertirte con tu juguete favorito. Si recuerdas esta época en tu vida con alegría, ¡qué bueno! Por ello (y, de hecho, a causa de esto) celebramos el Día del Niño cada 30 de abril.
Cada año, el último día de abril se convierte en una celebración para los más pequeños: las calles se llenan de colores, globos y diversión. Los niños se divierten en sus escuelas, o en sus casas, con sus amigos, y celebran al máximo estar viviendo en esa época de sus vidas.
Sin embargo, el significado del Día del Niño es mucho más profundo y, más allá de la fiesta y la diversión, su celebración guarda un propósito de gran relevancia.
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Además, ¿sabías que solo en México se celebra el 30 de abril mientras que otros países le dedican otro día? Te contamos qué hay detrás de esta celebración.
¿Por qué el Día del Niño se celebra en México el 30 de abril?
La Organización de las Naciones Unidas estableció el 20 de noviembre como el Día Universal del Niño. Además, otros países lo celebran en fechas diferentes, como Venezuela, que lo conmemora el tercer domingo de julio. Entonces ¿por qué en México se celebra el 30 de abril?
Para responder esta pregunta, es necesario echar un vistazo a la historia del siglo XX.
En 1919, dos hermanos en Londres fundaron la organización Save the Children, preocupados por los devastadores efectos que la Primera Guerra Mundial provocaba en las familias europeas y, especialmente, en las infancias, que veían su desarrollo truncado por la escasez y violencia derivadas de este conflicto global.
Cuatro años después, en 1923, Save the Children, que desde entonces abrazó la defensa de los derechos de los niños, redactó la primera versión de la Declaración de los Derechos del Niño, la cual envió a la Sociedad de Naciones (antecedente de la ONU) bajo el argumento de que era necesario “exigir derechos para la infancia”.
La Sociedad de Naciones aceptó y en diciembre de 1924 adoptó esta declaración y, después de una revisión, la utilizó como base para promulgar la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño, lo cual se convirtió en el primer texto internacional que reconocía los derechos específicos para la infancia.
México escogió el 30 de abril
Cada país fue adoptando poco a poco esta declaración, para integrar en sus leyes los derechos de los niños. Fue el caso de México, en 1924, durante la presidencia de Álvaro Obregón, acompañado por el secretario de Educación Pública José Vasconcelos.
Por qué Obregón y Vasconcelos escogieron específicamente el 30 de abril como Día del Niño es una decisión para la cual no hay una respuesta con evidencia histórica. Sin embargo, a posteriori, esta decisión ha permitido marcar una distinción con el Día Internacional del Niño establecido por la ONU, que es el 20 de noviembre, fecha en que en México se conmemora el Día de la Revolución Mexicana.
¿Cuáles son los derechos de los niños?
Así, cada 30 de abril es una fecha en la que se celebra a las niñas y los niños, pero también se recuerda la importancia de garantizar para ellos entornos de desarrollo sano, así como el cumplimiento de sus derechos, que son:
- Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo
- Derecho a la prioridad
- Derecho a la identidad
- Derecho a vivir en familia
- Derecho a la igualdad y no discriminación
- Derecho a la educación
- Derecho a la salud y alimentación
- Derecho al agua potable y un ambiente sano
- Derecho a la protección
- Derecho a la libertad de expresión y participación
- Derecho al juego y recreación
- Derecho a la justicia y presunción de inocencia
¿Es Día del Niño, de la Niña y el Niño o de la Infancia?
En años recientes ha habido confusión por la forma de nombrar a la fecha que se conmemora este 30 de abril.
Tradicionalmente, se conoce como Día del Niño, pero cada vez más organizaciones y líderes, en favor de un acercamiento más inclusivo, prefieren llamarlo Día de la Niña y el Niño o, incluso, Día de la Niñez o de la Infancia.
Las tres formas son válidas. Sin embargo, el único consejo de la Real Academia Española (RAE) es que se enuncie siempre en singular: Día de la Infancia y no Día de las Infancias, o Día de la Niñez y no Día de las Niñeces.
Además, no hay que confundirlo con el Día Internacional de la Niña, que se conmemora el 11 de octubre.
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