Dan “apoyo y cobertura” a negociación

CNTE toma las calles y causa caos por 8 horas

Participan casi seis mil disidentes en la movilización; afectan a trabajadores, estudiantes, tiendas y transporte; transeúntes se ven obligados a caminar para llegar a su destino

Maestros de la sección 14, ayer, durante el bloqueo de vialidades.
Maestros de la sección 14, ayer, durante el bloqueo de vialidades. Foto›Eduardo Cabrera›La Razón

Casi seis mil maestros disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tomaron seis kilómetros del Paseo de la Reforma, desde Chapultepec hasta la avenida Juárez, como “apoyo y cobertura” a la mesa de negociación que se llevó a cabo en la Secretaría de Gobernación (Segob), lo que colapsó el tránsito vehicular durante ocho horas y provocó la furia de miles de capitalinos.

El profesor Pedro Hernández, líder de la sección 9 de la Ciudad de México, refirió que estos bloqueos se realizaron para “tener buenos resultados en la mesa de negociación”.

Al finalizar las movilizaciones, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) reportó un total de cinco mil 770 manifestantes concentrados en distintos puntos, todos a lo largo de la vialidad principal del país. En la Glorieta del Ahuehuete, 700 docentes se asentaron; 500 más en el cruce de Reforma y Versalles, cerca de la Joven de Amajac; 700 en Reforma y Eje 3 Poniente, junto a la Diana Cazadora.

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También hubo 500 en el cruce con Eje 2 Poniente, cerca del Ángel de la Independencia; 400 en Reforma y Eje 1 Poniente, en las inmediaciones de la Fuente Bicentenario; 500 en Insurgentes y Reforma; 300 en Reforma y Lieja; mil 500 en Circuito Interior y Reforma; 600 en Hidalgo y Reforma, y 70 en las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación, en apoyo a sus dirigentes negociadores.

Los cierres a la circulación comenzaron pasadas las 10:00 de la mañana en los distintos puntos, entre ellos la Torre del Caballito. “¡Aquí, ahora con la coordinadora! ¡De Chiapas a Sonora, con la coordinadora!”, gritaban, consignas con las que las y los docentes emprendieron el camino de las aceras y se hicieron de las calles circundantes a la Fuente de la República.

El cierre de vialidades provocó afectaciones a negocios de la periferia, que incluso optaron por cerrar, y el enojo de automovilistas y transeúntes, ya que también se suspendió el servicio de transporte público. La gente en los vehículos de avenida de la República estalló en gritos y provocó tal estridencia con los cláxones de sus autos, que las voces de la CNTE quedaron momentáneamente apagadas.

Una mujer refirió a La Razón que se presentaría ante la Fiscalía de la Ciudad de México a interponer una denuncia en calidad de “urgente” y ya la esperaba su equipo legal; sin embargo, no llegaría. Otro joven, estudiante de derecho, quedó atorado en el cierre: “Voy a la universidad y no voy a poder llegar a mis exámenes finales por el des… que está. Sólo queda atenerme a las consecuencias”, aseveró.

La línea 7 del Metrobús se vio obligada a parar sus actividades desde temprana hora, con lo que los usuarios caminaron sobre el Paseo de la Reforma para llegar a sus respectivos centros de trabajo, gimnasios o escuelas.

Mientras los ciudadanos caminaban por las avenidas vacías, los maestros pregonaban sus demandas. “Miles y miles de maestros nos hemos concentrado en el corazón de nuestra patria para enviar un mensaje al gobierno: estamos cansados de dilatorias. Si no hay solución, no nos movemos”, advirtió Carlos Filio, maestro de la sección 22 de Oaxaca.

El magisterio disidente que tomó Circuito Interior y Reforma utilizó los bajopuentes para resguardarse del sol. Ahí se mantuvieron, con sillas plegables y pausas en las consignas para ir al baño a lugares dentro del Bosque de Chapultepec. La vialidad estuvo cerrada desde el metro Juanacatlán y hasta Plaza de las Estrellas en ambas direcciones, y esto generó un gran caos de interminables kilómetros.

En el Ángel, integrantes de la sección 22 de Oaxaca agredieron a un motociclista que intentó cruzar el bloqueo. “Me quisieron aventar un bote y yo se los regresé... sólo golpearon mi moto con un palo”, dijo el afectado, antes de lograr avanzar.

Al final de la tarde y de la jornada laboral de las oficinas, los citadinos corrieron la misma suerte, pues se vieron obligados a caminar hasta la estación del Metro más cercana. Las vialidades reabrieron su circulación hasta las 18:00 horas, con una carga vehicular considerable.

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