La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) negó, por mayoría de tres votos contra dos, otorgar a la elefanta “Ely” el reconocimiento como “persona no humana” para así sacarla de cautiverio y enviarla a un santuario en Brasil.
Por mayoría de tres votos de los ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Alfredo Ortiz Mena, se determinó sobreseer el amparo en revisión 794/2023.
Las ministras que votaron en contra del sentido del proyecto fueron Margarita Ríos Farjat y Loretta Ortiz.
Desde 2021, activista busca sacar a Ely del Zoológico de San Juan de Aragón
La acción que buscaba la salvaguarda de la elefanta fue interpuesta por la activista Susana Ramírez Terrazas, quien inició la lucha por la libertad del animal desde 2021, y quien lleva años buscando sacarla del cautiverio en que ha vivido “Ely” en el Zoológico de San Juan de Aragón, en Ciudad de México, donde se denuncia su “privación ilegítima de libertad” y el aislamiento que sufre al vivir separada de otros elefantes.
Previo a que el expediente fuera analizado por la Suprema Corte, el juzgado cuarto de distrito en materia administrativa, también había sobreseído el caso debido a que no encontró pruebas de que la elefanta viviera en malas condiciones.
Tras conocer en días pasados el sentido del proyecto realizado por la ponencia del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, la activista Susana Ramírez había considerado que la resolución se realizó “sin discutir los verdaderos puntos de trascendencia” planteados en el juicio de amparo y violando principios procesales.
La elefanta “Ely” llegó al Centro de Conservación del Zoológico de San Juan de Aragón en 2012, con padecimientos como artritis en su pata delantera derecha e hiperqueratosis, una enfermedad en la piel, luego de que fuera rescatada de un circo.
Activistas detectaron problemas psicológicos en su forma de moverse y actuar, por lo que la bautizaron como “la elefanta más triste del mundo”, al estar sola y sin poder interactuar con otros animales.
La Corte le concedió en febrero un amparo para que sus cuidadores mejoren su hábitat y aseguren su salud.
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cehr
