Una vez concluido el ciclo escolar, el grupo parlamentario del PRI en el Senado de la República, exhortó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) a garantizar que los libros de texto gratuitos sean elaborados “con rigor académico, evidencia científica y enfoque pedagógico adecuado”.
A través de un punto de acuerdo, el PRI también pidió que no se repitan los errores registrados en años anteriores dentro de los libros de texto. Argumentaron que en los ciclos 2023-2024 y 2024-2025 presentaron errores conceptuales, omisiones científicas, fallas pedagógicas y sesgos ideológicos que comprometen la calidad educativa.
“No podemos permitir que nuestros niños aprendan con base en ocurrencias o dogmas”, advirtieron en el punto de acuerdo dirigido al director general de Materiales Educativos y a la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG); a la vez que exigen una revisión “profunda y transparente” de los contenidos que se utilizarán en el próximo ciclo escolar.
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En una revisión planteada en el punto de acuerdo, fueron documentado diferentes errores en los libros recientes como la fecha equivocada del nacimiento de Benito Juárez, fallas en la representación del Sistema Solar, mapas que intercambian estados como Guanajuato y Querétaro, comparaciones matemáticas incorrectas y frases como “planera” en vez de “planeta”.
El PRI propuso integrar al proceso de revisión técnica a pedagogos, científicos, psicólogos infantiles, historiadores, lingüistas, representantes ciudadanos y padres de familia. Además, exigen que todo el procedimiento sea transparente y que se rinda cuenta a la sociedad.
“No los queremos al servicio del poder, sino al servicio del conocimiento”, afirmaron. “La educación debe formar ciudadanos libres, críticos e informados, no ser un vehículo de propaganda disfrazada de pedagogía”, detalla el punto de acuerdo.
Asimismo, concluye que “los libros de texto gratuitos, por décadas, han sido una herramienta poderosa de equidad. Pero hoy, enfrentamos un retroceso: materiales opacos en su diseño, improvisados en sus contenidos, alejados de la ciencia y del rigor educativo. No podemos permitir que nuestros niños aprendan con base en ocurrencias o dogmas”.
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cehr
