Luis María Aguilar reaparece tras casi un año

Exministro teme por la impartición de justicia

“Un juez que atiende intereses de otros no es más que un mandadero”, acusa; advierte limitaciones en suspensiones y amparos; PAN califica enmienda como un retroceso histórico

El ministro en retiro Luis María Aguilar (c.), ayer, en la Universidad La Salle.
El ministro en retiro Luis María Aguilar (c.), ayer, en la Universidad La Salle. Foto: Tania Gómez / La Razón

A casi un año de haberse retirado al concluir su ciclo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), previo a los cambios generados con la reforma judicial, el ministro Luis María Aguilar Morales reapareció este lunes y lanzó una advertencia sobre el futuro de la impartición de justicia en México.

Al participar en la Cátedra Prima del Diplomado en Juicio Oral con Clínica de Litigación, de la Universidad La Salle, expuso ante estudiantes de Derecho las consecuencias de eliminar los concursos de oposición que privilegiaban el conocimiento sobre cualquier otro criterio, y planteó sus reservas sobre un modelo que sustituye la capacitación técnica por la cercanía electoral.

  • El Dato: Luis María Aguilar fue nombrado ministro de la Suprema Corte por el Senado de la República, el primero de diciembre de 2009, quedando adscrito a la Segunda Sala.
“Un juez que se llama juez, pero que atiende a los intereses de otros, para mí no es más que un mandadero de alguien más, pero eso no puede ser un juez. El juez tiene que ser absolutamente independiente”
Luis María Aguilar Morales, ministro en retiro

El exministro presidente de la Suprema Corte enfatizó que la independencia judicial debe manifestarse en tres niveles:

TE RECOMENDAMOS:

“Primera, la independencia frente a los ataques o presiones de la sociedad y los medios. Segunda, la imparcialidad frente a las partes, sin importar quiénes sean. Y la tercera, la más profunda, es la imparcialidad frente a lo que a uno le gusta o le parece. El juez debe dictar resoluciones más allá de lo que le parezca en lo personal bueno o malo”, señaló.

Sobre la reforma a la Ley de Amparo, Aguilar expresó preocupación por las limitaciones impuestas a los jueces en materia de suspensiones y medidas cautelares.

El ministro en retiro alertó sobre aspectos técnicos que requieren urgente definición: “La ley reformada no define claramente la cuestión del interés jurídico y del interés legítimo, algo muy importante para la defensa de los derechos de la colectividad”. También criticó la pretensión de hacer retroactivas algunas determinaciones judiciales mediante un transitorio incorporado “a última hora”.

“Este es un punto muy importante que también trabajar y esperemos que los tribunales federales, inclusive que la Suprema Corte puedan evaluarlo y matizarlo siempre en en el beneficio de la protección de los derechos humanos como la propia Constitución lo exige”, señaló.

En el mismo evento, el diputado federal Germán Martínez Cázares, del PAN, fue categórico al calificar la reforma judicial como un retroceso histórico.

“Lo fundamental es la independencia judicial o la separación de poderes para vivir en un pleno estado de derecho en el que queremos vivir los abogados. La reforma judicial ha sido la destrucción de la independencia judicial y ha sido la destrucción de la separación de poderes”
Germán Martínez, diputado del PAN

Sin embargo, dejó abierta una ventana de esperanza al señalar que “todavía falta la justicia internacional”. El legislador de oposición explicó que la reforma debe pasar por el escrutinio de organismos internacionales:

“Falta que pase por ese tamiz internacional nuestra reforma judicial. Hace falta que se revise en la Comisión en Washington y luego en la Corte en San José, conforme a los convenios internacionales que tenemos en materia de independencia judicial en la Convención de San José”, comentó,

Además, advirtió sobre posibles violaciones al T-MEC: “Hace falta que pase también por el capítulo 23, el de la justicia laboral, de los derechos laborales que se pueden poner en riesgo por falta de independencia judicial”.

Detalló que durante la reforma de 1995 se redujo el número de ministros de 26 a 11 y se creó el Consejo de la Judicatura, precisamente para evitar conflictos de interés y permitir que los juzgadores se concentraran en su labor esencial: la protección de los derechos humanos.

“Se establecieron concursos de oposición en tres etapas: conocimiento general del derecho, resolución de un caso real y un examen ante sinodales. Nunca se discriminó a nadie por su origen económico, social o su condición de hombre o mujer”, explicó.

Únete a nuestro canal de WhatsApp. En La Razón enviamos a tu celular lo más importante México y el Mundo, recuerda que una persona informada siempre tiene La Razón.

cehr

Temas: