La Brigada de Fusileros Paracaidistas del Ejército Mexicano fortalece su preparación para intervenir de manera rápida y oportuna en zonas de conflicto, así como para auxiliar a la población civil en casos de desastre, informó el general brigadier paracaidista de Estado Mayor, Román Jacinto González, comandante de esta unidad de élite.
El mando militar explicó que la principal característica de la brigada es su capacidad de despliegue inmediato mediante aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana, utilizando paracaídas de cinta estática y de caída libre, lo que permite llegar a puntos estratégicos en corto tiempo y con precisión.
“La función principal de esta gran unidad es permitir el arribo a las áreas de conflicto de forma rápida y oportuna, además de apoyar a la población civil en situaciones de emergencia y en el acotamiento de grupos delincuenciales”, señaló.

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La Brigada de Fusileros Paracaidistas fue creada el 1 de agosto de 1946 y el próximo año cumplirá 80 años de existencia, por lo que ya se preparan diversas actividades conmemorativas. Entre ellas destacan intercambios internacionales de paracaidismo militar: uno de caída libre en Acapulco, previsto para julio, y otro de cinta estática en Chihuahua, programado para noviembre, con la participación de alrededor de 12 países.
Actualmente, la brigada cuenta con un estado de fuerza aproximado de 2 mil 400 efectivos, de los cuales 119 son mujeres, muchas de ellas ya integradas como fusileras paracaidistas, desempeñando las mismas actividades operativas que sus compañeros. El resto participa en áreas de especialidad como sanidad, transmisiones y mantenimiento de material.
Respecto a la formación, el comandante detalló que el curso de combatiente paracaidista tiene una duración de ocho semanas, periodo en el que el personal recibe adiestramiento en operaciones urbanas y rurales, además de capacitación específica para el salto en paracaídas, desde las actividades previas al abordaje de la aeronave hasta el aterrizaje seguro.
Durante una demostración realizada este día, se llevaron a cabo ejercicios de salida de aeronaves desde la torre de salto, reacción ante emboscadas en vehículos, superación de pistas de obstáculos, operaciones ribereñas, técnicas de desplazamiento en zonas urbanas y prácticas en el túnel de viento, una infraestructura moderna que permite entrenar la caída libre militar de forma controlada.
El general Román Jacinto González destacó que el túnel de viento representa una herramienta clave para que el personal adquiera habilidades de paracaidismo de caída libre, lo que permite realizar operaciones tácticas sigilosas desde alturas de hasta 18 mil pies, con desplazamientos de varios kilómetros antes del aterrizaje.
Finalmente, el comandante hizo una invitación a quienes deseen integrarse a esta unidad de élite: “Invito a quienes tengan el valor y el deseo de superarse a vivir la experiencia de convertirse en paracaidistas y formar parte de esta gran brigada con una tradición histórica”.
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MSL

