No más cartulinas

“¿Quieres ser mi novia?”: Adiós a la idea de romantizar las pedidas de mano en público

Frente al Día del Amor, se viralizaron dos videos en donde se ve a algún hombre pedir en público la mano a una mujer, sólo para ser rechazado; profesora de Sociología de Género explica que esta conducta es “anticuada”

Rumbo al 14 de febrero, aumentarían declaraciones de amor y peticiones de matrimonio.
Rumbo al 14 de febrero, aumentarían declaraciones de amor y peticiones de matrimonio.Foto: Cuartoscuro
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Dos videos se viralizaron en los últimos días: el primero nos muestra a un hombre pidiendo matrimonio a una mujer durante el partido entre Atlas y Monterrey, en la Liga MX. Todo el momento televisado, claro está. En el segundo clip, vemos a un joven pedirle a una chica que sea su novia, en lo que parece ser el patio de una escuela. Él, con cartulina en mano, siendo grabado por amigos y extraños. Ambos recibieron un “no” como respuesta, por parte de sus parejas.

Las dos mujeres quedaron expuestas —y exhibidas— como “malas personas” tras rechazar a estos hombres, a quienes se les etiqueta como “humillados”, pasando por alto que esa “propuesta romántica” es parte de una escena de presión que condiciona la decisión de las mujeres. Debemos dejar de romantizar las pedidas de mano en público.

Ya llegó el 14 de febrero…

El día provoca que estas escenas se multipliquen no sólo en México, sino alrededor del mundo. Amparo Lasén, profesora de Sociología de Género en la Universidad Complutense de Madrid, explicó en su momento a El País, que el acontecimiento en donde predomina el hombre arrodillado pidiéndole noviazgo o la mano a una mujer de pie es anticuado y parte de un modelo patriarcal heteronormativo.

“Desde el momento en que haces algo que es privado, público, las consecuencias pueden ser públicas también. Y este es un factor que, a la persona a quien se le pide, le dificulta más decir que no, si esa es su voluntad”, dice Lasén, explicando lo que sucede cada que una mujer quiere decir que no, pero cede ante la presión social a la que se ve expuesta en un evento público. 

Coerción disfrazada de romanticismo

La especialista en Sociología aborda algo que el feminismo también explica de cara a este 14 de febrero (y en sí, a cualquier fecha en la que se decide hacer pública esta petición de mano): Quienes piden a las mujeres tanto matrimonio, como iniciar un noviazgo, no toman en cuenta a la otra persona, pues “la cosa va más de sí mismos” y apuntarse el golazo.

“Cuando ellas dicen ‘no’, la vergüenza para quien propone —seguramente por haber tomado la decisión unilateralmente, sin consultar a la pareja— es motivo de compasión y de burla en redes, pero la reacción es más dura aún para quien rechaza: las mujeres”, indica al diario español. 

Sea por la cuestión que sea, no se debe ejercer ese tipo de presión pública sin antes consultar con la pareja, pensar en las consecuencias de hacer público un acto que debería ser privado y, sobre todo, dejar de romantizar las pedidas de mano a los ojos de un público que, ante un “no”, revictimizará a quien rechaza.

Redacción de Laura Almaraz.

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