Exlíderes del tricolor dicen no a iniciativa del Ejecutivo

Cuatro ex dirigentes nacionales del PRI consideraron que si el partido vota a favor de la reforma eléctrica impulsada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador sería un retroceso al pasado y corre el riesgo de extinguirse.

“Qué importa si está (el PRI) en el Gobierno o en la Oposición; nunca debe estar en contra de lo que está sucediendo en el mundo. Debe verse en el espejo. Un retroceso o quedarse petrificado en el pasado significa su verdadera extinción. El PRI debe jugársela con el futuro”, dijo Manlio Fabio Beltrones.

De acuerdo con el periódico Reforma, el anterior pronunciamiento se dio porque en la cúpula partidista no se ha fijado una postura ni a favor ni en contra de dicha iniciativa a diferencia de los otros grupos de oposición, quienes han manifestado su rechazo hacía esta reforma.

Al respecto, el priista Manlio Fabio Beltrones, quien presidió al PRI de 2015 al 2019, afirmó que la reforma eléctrica del Presidente López Obrador no es conveniente para el país, así como está redactada.

Por su parte, Pedro Joaquín Coldwell, dirigente nacional del PRI entre 2011 y 2012, aseguró que “si se aprueba una reforma tan radical y tan estatista”, como lo es la iniciativa eléctrica del Gobierno federal, la bancada tricolor “se va a convertir en un partido satélite”.

Agregó que crear un monopolio estatal, como lo está señalando la reforma, representaría un riesgo económico a largo plazo, pues afirmó que en 15 años “la expansión y la modernización de la infraestructura eléctrica requeriría 2 billones de pesos”.

Por lo que Joaquín Coldwell cuestionó:”¿De dónde va a salir esa cantidad si dependemos únicamente de recursos públicos?, ¿de quitarle recursos a otras áreas del presupuesto?, ¿de endeudar más al País?, ¿subir las tarifas?”

Añadió que para eso se necesitará la inversión del sector privado, por que el presupuesto público sería carente.

En ese sentido, la expresidenta de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri dijo que “la iniciativa del Presidente López Obrador no tiene reparación, no tiene compostura alguna; es necesario que quede o en el ‘congelador’ o simple y llanamente sea desechada por quienes tienen compromiso con el futuro de México”.

Sauri, quien también fue presidenta del PRI entre 1999 y 2002, rechazó que le reste popularidad electoral al PRI ir en contra de la reforma eléctrica ya que consideró que para su partido es normal “mostrar una vez más su vocación reformista y su capacidad de visión de futuro”.

Siguiendo esa línea, Enrique Ochoa, quien presidió al partido entre 2016 y 2018, resaltó que el PRI debe de avanzar en la ruta de defender al medio ambiente, a los servicios públicos, a la salud pública y a la ciudadanía” y no “cerrarle la puerta” a los beneficios de la transformación energética que vive México en el mundo.

Por tal motivo, aseguró que la iniciativa eléctrica del Gobierno federal está desplazando a las energías limpias; además, abundó que la reforma energética de 2013 fortaleció de 2016 a 2018 a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), otorgando a la dependencia utilidades y ganancias.

Finalmente, los cuatro líderes hicieron un llamado a los legisladores priistas a votar en contra de la iniciativa presidencial porque aseguraron que es una contrarreforma que pone en riesgo el medio ambiente, la competitividad, la calidad de los servicios, además de que causaría millonarias pérdidas económicas a nuestro país.

RFH