Intentan mantener el alto al fuego

Mediadores abogan por mantener tregua

Egipto y Qatar negocian con Hamas para evitar la reanudación de combates; Israel exige liberar rehenes, mientras crece la disputa por la reconstrucción de Gaza

Familias de los rehenes protestan ayer con pancartas con los rostros de los cautivos para exigir su retorno inmediato.
Familias de los rehenes protestan ayer con pancartas con los rostros de los cautivos para exigir su retorno inmediato. Foto|Reuters

Egipto y Qatar aceleran conversaciones con Hamas en un intento de mantener el alto al fuego tras los amagos de Israel de reanudar los combates si los terroristas no devuelven a los 76 rehenes, como exigieron el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

De acuerdo con la prensa local, los mediadores —clave en la implementación del acuerdo— negocian con integrantes del movimiento islámico y con Israel para impedir que esta situación empeore y vuelvan las hostilidades cuando más palestinos retornan a la región.

Consideran que es posible continuar con los intercambios, en los que Tel Aviv recibió a 16 de los 33 secuestrados, según lo pactado, y el enemigo logró la excarcelación de cientos de prisioneros; sin embargo, no se han planteado nuevas condiciones, pese a que la organización rival instó a Benjamin Netanyahu a corregir las supuestas violaciones al alto al fuego que entró en vigor desde enero.

Pese a las amenazas de desatar otro “infierno”, Hamas se mostró dispuesto a dialogar al admitir que ve “señales positivas”, aunque sigue en vilo si este 15 de febrero liberará a más cautivos como estaba previsto o a un mayor número, pues Israel no cede en la presión al insistir que el objetivo es recuperarlos a todos, mientras el mundo los observa.

Y a la par de la mediación, Egipto y Jordania redoblan pláticas para fijar una estrategia conjunta en torno a la reconstrucción de la Franja. Su plan es frenar el intento del magnate estadounidense de levantar en la zona devastada un enorme complejo turístico, pues con ello evitarían la salida y la reubicación forzada de millones de palestinos, lo que líderes árabes y organizaciones rechazan al calificarlo de “limpieza étnica”.