El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, promovió una “tregua parcial” con Rusia forzado por la pérdida del apoyo militar de Estados Unidos, pero con la confianza de que la potencia occidental mantenga el diálogo, a la espera de la firma pendiente del acuerdo de minerales.
“Mi equipo y yo estamos dispuestos a trabajar bajo el fuerte liderazgo del presidente (Donald) Trump”, aseveró el homólogo en su cuenta de X al reconocer la importancia de colaborar con Washington, pese a las críticas. Muestra de ello es que abrió la puerta a un escenario complicado por una “paz duradera” y se disculpó con el magnate tras el choque mediático en la Oficina Oval al admitir que ese encuentro no fue lo esperado y que es momento “de hacer las cosas bien”.
- El Dato: JD Vance, vicepresidente estadounidense, consideró que el acuerdo de minerales es un mejor disuasivo que el despliegue de tropas previstos por socios europeos.
En una táctica similar al republicano, Volodimir Zelenski volcó la disputa al terreno mediático y planteó al rival una tregua para detener ataques por aire y tierra de ambos bandos, al prohibir el disparo de misiles, drones, bombas y más, y demandar la liberación de prisioneros como primeros pasos hacia una desescalada al insistir que nadie más que los ucranianos desea una solución, en vez de un conflicto “interminable”.
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El ucraniano reivindicó que su prioridad son las condiciones de seguridad serias en favor de un pueblo que lleva más de tres años en combate ante la nueva tensión por la que su ejército dejó de recibir armas y suministros del aliado, lo que puede alterar el curso de la guerra, pero matizó que aún hay material para seis meses, periodo en el que confía en avanzar en las fases de un “acuerdo sólido” por el fin definitivo del choque y recuperar la asistencia, según asesores.
Y a la espera de la continuidad del envío de armamento busca alternativas con Europa, luego de que Reino Unido y Francia barajaron previamente un alto al fuego de un mes, para ampliar el suministro de equipo y fabricar armas para evitar que el invasor aproveche la situación o un inminente trato, pues en 2014 no hubo garantías y el régimen de Vladimir Putin se anexó Crimea. Por ello abogó por protección y solicitó a su equipo evaluar el alcance del cese de la ayuda ante diplomáticos y el Pentágono, en busca de una “posición clara”.
Horas después obtuvo respuesta del Kremlin; el vocero ruso, Dmitri Peskov, calificó de “positiva” su apertura a negociar. “Que esté dispuesto es algo positivo”, admitió, según la prensa, al dar el visto bueno a una futura negociación.
No obstante, persisten las dudas; el canciller ruso, Serguéi Lavrov, dijo al Canal Uno que el ucraniano es impredecible, pues no pueden “entrar en la cabeza de éste”. Y sigue en suspenso el acuerdo de minerales; Reuters dijo que Trump lo anunciaría ayer en el Congreso, pero el titular del Tesoro, Scott Bessent, descartó tal acción en entrevista con Fox News.

