Mientras líderes mundiales se concentran en la cumbre del G7 en Canadá, el fuego cruzado entre Israel e Irán escala en intensidad, al dejar cientos de víctimas, ciudades devastadas y una creciente tensión internacional. Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su deseo de que ambas naciones alcancen un acuerdo, también afirmó que “a veces tienen que pelear, pero veremos qué pasa”, con lo que dejó en el aire el verdadero papel que Estados Unidos jugará en este conflicto que amenaza con extenderse más allá de Medio Oriente.
Trump aseguró a los medios que EU continuará con el apoyo a Israel, pero se negó a confirmar si pidió al gobierno de Benjamin Netanyahu cesar los ataques. Mientras tanto, el Comando del Frente Interno de Israel pidió a la ciudadanía mantenerse cerca de espacios protegidos, en previsión de nuevos ataques. En el terreno, los combates no han cesado desde el viernes, cuando Israel lanzó un ataque sorpresa que golpeó el corazón del programa nuclear iraní, matando a altos mandos militares y científicos nucleares.
- El Dato: Washington reiteró su compromiso con la diplomacia, pero reconoció que las condiciones actuales no permiten avanzar.
Irán bajo fuego. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron la madrugada del lunes nuevos bombardeos contra “sitios de misiles tierra-tierra” en el centro de Irán. La ofensiva ha provocado más de 224 muertes, de las cuales el 90% son civiles, según el Ministerio de Salud iraní. Además, se han reportado más de 1,200 heridos en apenas cuatro días. Israel sostiene que su objetivo es desmantelar la infraestructura nuclear y de misiles de Irán, al tiempo que niega participación directa de Estados Unidos, aunque funcionarios en Washington reconocieron que misiles iraníes fueron interceptados con apoyo estadounidense.

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Desde Teherán, el gobierno ha comunicado a mediadores como Qatar y Omán que no negociará un alto el fuego mientras persistan los ataques. Las imágenes que circulan muestran a familias huyendo de las ciudades, colapsos en estaciones de servicio, e infraestructuras críticas incendiadas por los bombardeos. Irán ha convertido mezquitas y estaciones de metro en refugios antiaéreos, y difundió en su televisión estatal imágenes de civiles atrapados entre escombros.
En respuesta, Irán lanzó misiles contra Tel Aviv, Haifa y Bat Yam, en lo que constituye el primer ataque diurno desde que comenzó la escalada. Al menos 10 personas han muerto en Israel, incluidos tres menores, y casi 400 han resultado heridas. En Rehovot, una ciudad central, un misil alcanzó el Instituto de Ciencias Weizmann, y otra ofensiva impactó una refinería en Haifa, lo que agravó el temor por la infraestructura energética israelí.
- El Tip: Una escalada mayor podría arrastrar a actores regionales y globales, mientras el precio de la guerra sigue aumentando con cada hora.
Acuerdos diplomáticos. Los líderes del G7 comenzaron sus deliberaciones dominicales en las Montañas Rocosas canadienses con el conflicto entre Israel e Irán como asunto prioritario. El canciller alemán Friedrich Merz afirmó que el grupo buscará asegurar que Irán no desarrolle armas nucleares, respaldar el derecho de Israel a defenderse, y generar espacio para la diplomacia. Sin embargo, la atmósfera de la cumbre se ve opacada por la gravedad del conflicto.
En Washington, fuentes indicaron que el presidente Trump vetó un plan israelí para asesinar al líder supremo iraní, ayatolá Ali Khamenei, lo que representó una intervención directa para evitar una expansión incontrolable del conflicto. Por su parte, Netanyahu minimizó tales reportes y aseguró que Israel “hará lo que tenga que hacer”.
Irán advirtió que si los ataques continúan, “abrirá las puertas del infierno”, una amenaza que ha resonado en la región. Teherán ha acusado a Israel de atacar objetivos civiles y gubernamentales, incluido el Ministerio de Relaciones Exteriores. Diplomáticos iraníes compartieron imágenes de oficinas destruidas, mientras que medios estatales informaron de explosiones en un depósito de petróleo y un avión de reabastecimiento atacado en Mashhad, la segunda ciudad del país.
- 90 por ciento de las 224 personas fallecidas en Irán eran civiles
Los daños a la economía iraní también comienzan a sentirse: los precios del crudo Brent subieron 1.4% tras los ataques a infraestructuras petroleras. Si bien los mercados financieros asiáticos se mantuvieron estables, analistas advierten que el impacto podría escalar si el conflicto se prolonga o extiende a otras potencias regionales.
Imágenes satelitales analizadas por la agencia AP revelaron daños severos en la planta nuclear de Natanz, una de las más importantes de Irán. Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), varios edificios críticos, incluidas instalaciones de conversión de uranio, resultaron destruidos. Aunque no hay indicios de fuga radiactiva, expertos indicaron que la recuperación operativa de estos sitios podría tardar varios meses.
- 406 Iraníes han muerto y 654 han resultado heridas, según ONG
Israel también bombardeó Isfahán, otra ciudad clave para el programa nuclear iraní, en un intento claro por desarticular la capacidad de Teherán de enriquecer uranio. Mientras tanto, el número de muertos en Israel asciende, con impactos en ciudades como Bat Yam, Tamra y Rehovot. Las sirenas no cesan, y las autoridades han confirmado que al menos 22 misiles iraníes han atravesado el sistema Cúpula de Hierro, considerado uno de los más avanzados del mundo. Los aeropuertos y el espacio aéreo israelí permanecieron cerrados por tercer día consecutivo de ataques.
Alertan que potencias reúnen arsenal nuclear
› Redacción
La era de la reducción de armas nucleares, iniciada tras la Guerra Fría, ha llegado a su fin. Así lo advirtió el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) en su informe anual publicado este lunes, donde detalla que las principales potencias nucleares han reactivado la acumulación de ojivas y se alejan de los acuerdos que tenían sobre control de armamento.
De las 12,241 ojivas contabilizadas en todo el mundo en enero de 2025, unas 9,614 se encontraban en arsenales militares con potencial de uso, y alrededor de 2,100 estaban en estado de alta alerta operativa, principalmente en misiles balísticos pertenecientes a dos países: Estados Unidos y Rusia.
El SIPRI subrayó que los nueve estados con capacidad nuclear: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel, han adoptado estrategias centradas en la ampliación y mejora de sus arsenales. Esta postura marca una ruptura definitiva con el proceso de desarme que, aunque gradual, se mantuvo así por más de tres décadas.
Rusia y Estados Unidos concentran cerca del 90 % de las armas nucleares globales. Aunque sus cifras de ojivas activas permanecieron estables durante 2024, ambos países aplican extensos programas de modernización, lo que podría derivar en un aumento significativo de su capacidad destructiva en los próximos años.
El caso más alarmante es China. Desde 2023, Pekín ha añadido unas 100 ojivas por año y podría igualar a Estados Unidos o Rusia en número de misiles balísticos intercontinentales hacia finales de la década. Actualmente, el país cuenta con aproximadamente 600 ojivas.
El informe advierte que esta dinámica global implica no sólo una mayor amenaza estratégica, sino también un entorno más volátil e impredecible, en el que las potencias priorizan el poder disuasivo sobre los mecanismos multilaterales de la seguridad.

