En medio de una ofensiva militar que ha dejado más de 57 mil palestinos muertos y cerca de medio millón en riesgo de hambruna, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, intensificaron las negociaciones para alcanzar un alto al fuego temporal en Gaza. Ambos mandatarios se reunieron por segunda vez en 24 horas en la Casa Blanca, mientras el enviado especial de Trump para Medio Oriente, Steve Witkoff, aseguró que los desacuerdos entre Israel y Hamas se han reducido a un sólo punto.
Ayer en la noche, el premier salió del Despacho Oval tras una reunión privada con el magnate de poco más de una hora, sin acceso a la prensa. Un día antes, compartieron una cena también en la residencia presidencial. Por su parte, Witkoff adelantó que espera cerrar un acuerdo de cese al fuego de 60 días que incluiría la liberación de 10 rehenes vivos y 9 fallecidos.
- El Dato: Si bien no hay confirmación oficial, fuentes diplomáticas señalan que Trump podría anunciar los términos preliminares del acuerdo en las próximas 48 horas.
“Esperamos que para finales de esta semana tengamos un acuerdo que nos lleve a un cese al fuego”, declaró Witkoff en reunión de gabinete. El enviado viajará a Doha para continuar las negociaciones con delegaciones israelíes y de Hamas que se encuentran en Qatar, país que media las conversaciones junto a Egipto. El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores catarí, Majed Al Ansari, señaló que ambas partes siguen en diálogo sobre el marco de las conversaciones, aunque aún no se ha acordado un texto definitivo.
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Mientras tanto, Netanyahu reafirmó que “queda trabajo por hacer en Gaza”, destacó que su objetivo sigue siendo la liberación de todos los rehenes y la eliminación total de las capacidades militares y de gobierno de Hamas. No obstante, aceptó una propuesta qatarí que coincide con la planteada por Estados Unidos. El líder israelí también visitó el Capitolio, donde se reunió con los líderes republicanos y defendió su postura de mantener la ofensiva militar hasta alcanzar todos los objetivos estratégicos de su gobierno.
- 38 por ciento de los votantes demócratas simpatiza actualmente con Israel
El primer ministro aseguró que existe una campaña de desinformación contra Israel en redes sociales, que ha afectado el respaldo de la opinión pública estadounidense, especialmente entre votantes demócratas. Dijo que esa narrativa “maligna y financiada” busca desacreditar a Israel ante el mundo, y prometió combatirla con “verdad y hechos”.
Las encuestas en Estados Unidos revelan un giro significativo en la opinión pública: sólo el 38% de los votantes demócratas simpatiza actualmente con Israel, comparado con el 74% de hace una década.
Crisis humanitaria. La guerra de Gaza, iniciada tras el ataque de Hamas en octubre de 2023, ha dejado más de 57,600 palestinos muertos y unos 136 mil heridos, según autoridades locales. El Ministerio de Salud del enclave alertó que gran parte de la
población se encuentra desplazada, sin acceso a servicios básicos y bajo amenaza de hambruna. Naciones Unidas ha advertido que casi medio millón de personas en Gaza podrían sufrir inanición en los próximos meses si no se incrementa la ayuda humanitaria.
Trump, por su parte, declaró que la situación en Gaza es “una tragedia” que debe resolverse con urgencia. “Él quiere resolverlo, yo quiero resolverlo y creo que la otra parte también”, afirmó al referirse a sus conversaciones con Netanyahu. No obstante, evitó pronunciarse sobre el plan israelí de reubicar a los palestinos en Rafah, donde el gobierno de Netanyahu
planea concentrar a más de 600 mil personas en campamentos temporales bajo control militar.
Ese plan fue criticado por organizaciones internacionales y defensores de derechos humanos, que lo consideran una forma de desplazamiento forzado. La investigadora Annelle Sheline advirtió que esa política se asemeja a “campos de concentración” y alertó sobre el riesgo de limpieza étnica si Estados Unidos no interviene. Por su parte, el experto legal Ralph Wilde coincidió al afirmar que la idea de migración voluntaria en este contexto es una “mentira”, dado que las condiciones en Gaza obligan a huir para sobrevivir.
Perspectivas del acuerdo. Según Witkoff, sólo queda un punto sin resolver: la presencia militar israelí en Gaza durante el cese al fuego. Tel Aviv quiere mantener el control sobre zonas estratégicas, especialmente en Rafah, lo que dificulta el cierre del acuerdo. A pesar de la presión directa que ejerce el magnate sobre el premier, aún no hay señales claras de que el pacto se concrete esta semana.
En tanto, el portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, se mostró optimista sobre un acuerdo inminente. Reiteró que Washington espera un cese al fuego de 60 días que incluya el ingreso de ayuda humanitaria, la liberación escalonada de rehenes y el retiro progresivo de tropas israelíes.
