Cese al fuego parece estancado

Niños muertos por misil fue un error, afirma el ejército de Israel

Ataque de Tel Aviv deja víctimas civiles en punto de agua; Netanyahu rechaza encuestas sobre apoyo a tregua; ONU y UNICEF alertan sobre emergencia humanitaria infantil

Un niño palestino inspecciona el lugar de un ataque israelí que mató a gazatíes, reunidos, ayer.
Un niño palestino inspecciona el lugar de un ataque israelí que mató a gazatíes, reunidos, ayer. Foto: Reuters

Un ataque del ejército israelí en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, mató ayer al menos a ocho personas, incluidos seis niños que esperaban agua potable en un punto de recolección. El bombardeo, según el ejército, tenía como objetivo a un militante, pero un fallo técnico desvió el misil “a decenas de metros del objetivo”. En total, 32 personas murieron por ataques israelíes, lo que suma más de 58 mil muertos palestinos en 21 meses de guerra, según datos del Ministerio de Salud de Gaza.

Los niños fallecidos hacían fila con adultos para obtener agua, producto de la escasez provocada por el bloqueo y la destrucción de infraestructura. “No hay lugar seguro”, afirmó un testigo local. Además, un ataque a un mercado en la ciudad de Gaza dejó 12 muertos, incluido el doctor Ahmad Qandil, quien se dirigía a un hospital. Otro ataque en Zawaida mató a nueve personas, incluidos tres menores. Por su parte, las autoridades israelíes afirman que sus blancos son almacenes de armas y lanzamisiles, pero las cifras revelan que mujeres y niños representan más de la mitad de las víctimas.

A pesar de la reciente visita del primer ministro Benjamin Netanyahu a Washington, las conversaciones indirectas con Hamas para un alto al fuego siguen estancadas. El grupo palestino está dispuesto a liberar a los 50 rehenes restantes a cambio del fin de la guerra y la retirada total de las fuerzas israelíes, pero Israel insiste en que Hamas debe rendirse, desarmarse y exiliarse.

Las tensiones también aumentan dentro de Israel. Familiares de rehenes se manifestaron ayer frente a la oficina de Netanyahu para exigir un acuerdo inmediato. “Queremos llegar a un acuerdo, incluso a costa de poner fin a esta guerra”, dijo Jon Polin, padre de un rehén asesinado. Sin embargo, el premier desacreditó las encuestas que muestran un 74% de apoyo a una tregua, acusó a los medios de manipular la información Según él, Hamas busca perpetuarse en Gaza para atacar a Israel, y reiteró su compromiso de traer a los rehenes de vuelta, sin ceder en sus condiciones.

Ayer por la noche, el gabinete israelí tenía previsto discutir el traslado de cientos de miles de gazatíes hacia Rafah, en lo que denominan una “ciudad humanitaria”, una medida que organizaciones internacionales podrían calificar como desplazamiento forzado. Hamas ha rechazado el plan de retirada israelí, que deja un 40% del territorio, incluida Rafah, bajo control militar.

CRISIS HUMANITARIA. Las consecuencias del conflicto y el asedio israelí han empujado a Gaza a una crisis humanitaria sin precedentes. UNICEF informó que en el último mes, más de 5,800 niños han sido diagnosticados con desnutrición, incluyendo más de mil con desnutrición aguda grave. Se trata del cuarto aumento mensual consecutivo.

Muchos menores, alertó el organismo, están muriendo por “una campaña de hambruna y asedio”. La UNRWA, agencia de la ONU para los refugiados palestinos, también re portó un incremento brusco de casos en sus clínicas desde marzo pasado, y denunció que las autoridades israelíes le han prohibido entregar ayuda al norte de Gaza. “Levanten el asedio.

Que la ONU, incluida UNRWA, salve vidas”, exigió la agencia en redes sociales. La escasez de combustible ha obligado a cerrar instalaciones de desalinización y saneamiento, agudizando la falta de agua potable.

La violencia también se ha extendido a Cisjordania. Ayer, se realizó el funeral por el palestino-estadounidense Sayfollah Musallet, de 23 años, y su amigo Mohammed al-Shalabi, asesinados por colonos israelíes, según el Ministerio de Salud palestino. Musallet, originario de Florida, fue golpeado en las tierras de su familia. Su primo exigió una investigación por parte del Departamento de Estado de EU, que ha evitado comentar sobre el caso.

Por su parte, el ejército israelí afirmó que el ataque fue consecuencia de pedradas lanzadas por palestinos, que habrían herido a dos israelíes.

Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han denunciado por años que las fuerzas israelíes permiten y en ocasiones encubren la violencia de los colonos.

Las manifestaciones de duelo incluyeron procesiones con banderas palestinas y gritos de “Dios es grande”, reflejo del dolor colectivo que alimenta el resentimiento en la región.

En medio de la crisis, las negociaciones en Doha sobre un cese al fuego de 60 días parecen haberse estancado. El enviado estadounidense Steve Witkoff declaró tener “esperanza” en alcanzar un acuerdo, pero el escepticismo crece.

Las partes siguen divididas sobre el alcance de una retirada israelí y las condiciones de reconstrucción. La guerra iniciada por el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023, que mató a 1,200 personas en Israel y dejó 251 rehenes, ha derivado en una catástrofe humanitaria de escala masiva. Hoy, el bloqueo, los bombardeos, la desnutrición infantil y el desplazamiento masivo dibujan un panorama desolador.

Mientras tanto, las autoridades de Jordania anunciaron ayer el envío de 50 camiones cargados con alimentos con destino a la Franja de Gaza como parte de una iniciativa conjunta con el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA).

En un comunicado la Organización Benéfica Hachemita de Jordania (JHCO) informó del envío de este convoy como parte del puente de ayuda humanitaria jordano y “en respuesta a las urgentes necesidades impuestas por las duras condiciones que experimenta la población. Especialmente las zonas del norte.