Cientos de funcionarios de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) firmaron una carta dirigida a Volker Turk, alto responsable del organismo, en la que lo instan a calificar explícitamente la guerra en Gaza como un genocidio en curso. El documento, al que tuvo acceso la agencia Reuters, fue remitido el miércoles pasado y respalda la exigencia en el derecho internacional, señala la magnitud, extensión y naturaleza de las violaciones documentadas en casi dos años de conflicto entre Israel y Hamas.
- El Dato: Una experta independiente de la ONU, Francesca Albanese, también ha utilizado el término genocidio, pero no las propias Naciones Unidas.
La misiva fue rubricada por el Comité de Personal en nombre de más de 500 trabajadores del ACNUDH, lo que representa alrededor de una cuarta parte del total de empleados de la oficina en todo el mundo. En ella, los firmantes recalcan que no denunciar un genocidio en curso socava la credibilidad del sistema internacional de derechos humanos. Recordaron, además, que el silencio de Naciones Unidas durante el genocidio en Ruanda de 1994, que dejó más de un millón de muertos, es considerado uno de los mayores fracasos morales del organismo.
En respuesta, Turk reconoció que la carta expresa preocupaciones importantes y apeló a la unidad dentro de la institución. “Sé que todos compartimos un sentimiento de indignación moral ante los horrores que presenciamos, así como frustración por la incapacidad de la comunidad internacional para poner fin a esta situación”, expresó en una comunicación interna.
En tanto, Ravina Shamdasani, portavoz del ACNUDH, reconoció que la situación en Gaza “nos ha conmocionado profundamente”, y explicó que continúan las conversaciones internas para definir cómo avanzar en el abordaje de la crisis.
- 121 menores han muerto por desnutrición desde 2023
Israel, por su parte, descartó las acusaciones y, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, afirmó que no responde a comunicaciones de empleados internos de Naciones Unidas, a las que calificó de “falsas, infundadas y cegadas por un odio obsesivo hacia Israel”. El gobierno israelí sostiene que su ofensiva se enmarca en la legítima defensa tras el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023, en el que murieron alrededor de 1,200 personas y fueron secuestrados más de 250 rehenes.
Mientras tanto, la crisis humanitaria aumenta. Cindy McCain, directora del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, afirmó tras su visita a la zona que “es muy evidente que no hay suficiente comida en el territorio palestino”, y advirtió que, sin un alto al fuego y el ingreso de ayuda masiva, la hambruna se extenderá a todo el enclave. “Conocí personalmente a madres y niños que se morían de hambre en Gaza. Es real y está sucediendo ahora”, declaró.
Asimismo, el secretario general de la ONU, António Guterres, alertó que la hambruna constituye “una catástrofe actual” y que la ampliación de operaciones militares israelíes representa “una fase nueva y peligrosa” con consecuencias devastadoras para la población civil.
En tanto, Sudáfrica mantiene abierta en la Corte Internacional de Justicia una demanda por genocidio contra Israel, aunque el caso podría prolongarse años antes de resolverse en el fondo. Mientras la presión internacional crece: líderes de Brasil, España y Turquía, ya han calificado las acciones de Israel como genocidio.


