Un juez federal de Estados Unidos suspendió ayer la deportación de un grupo de niños guatemaltecos que ya estaban a bordo de aviones y de cientos más bajo custodia del gobierno. La decisión llegó tras una moción de emergencia presentada por el Centro Nacional de Derecho de Inmigración antes del amanecer.
La jueza Sparkle Sooknanan emitió una orden de restricción temporal de 14 días, que ampara a todos los menores guatemaltecos no acompañados bajo resguardo federal. Los 10 niños iniciales, de entre 10 y 17 años, permanecían en refugios o aviones en Texas, según los abogados.
El gobierno de Donald Trump había preparado su repatriación con base en un acuerdo bilateral con Guatemala. Sin embargo, los defensores sostuvieron que enviarlos de vuelta violaría la ley federal y pondría en riesgo su seguridad.
Durante la audiencia, el Departamento de Justicia reconoció que algunos menores ya estaban en vuelos, pero fueron devueltos a albergues por orden judicial. La decisión marcó un nuevo revés legal a los planes migratorios de la administración republicana.
