Venezuela inició ayer maniobras militares en la isla La Orchila, ubicada en el Caribe sur, como respuesta al despliegue naval de Estados Unidos en aguas que Caracas considera bajo amenaza. La operación, anunciada por el ministro de Defensa Vladimir Padrino López, incluye acciones de guerra electrónica, drones artillados, naves de vigilancia y submarinos no tripulados.
La zona, de 43 kilómetros cuadrados y situada a 97 millas náuticas del estado La Guaira, fue escenario de la interceptación de una embarcación pesquera por parte de fuerzas estadounidenses el pasado fin de semana. La acción, que se prolongó durante ocho horas, elevó la tensión en la región.
- El Dato: Venezuela advierte que Estados Unidos viola el Tratado de Tlatelolco de 1967, que declaró a América Latina y el Caribe como zonas libres de armas nucleares.
Los ejercicios se extenderán tres días e involucran 12 buques militares, 22 aeronaves y 20 embarcaciones menores de la llamada “Milicia especial naval”, según precisó el vicealmirante Irwin Raúl Pucci. Imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron equipos de artillería de origen ruso y lanchas anfibias desplegadas en el área.

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En ese sentido, Padrino López sostuvo que el país enfrenta “una voz amenazante y vulgar” proveniente de Washington, por lo que se decidió elevar el “apresto operacional” en caso de un conflicto en el mar. Asimismo, el presidente venezolano Nicolás Maduro había activado días antes 284 frentes militares de “resistencia” en todo el país, además de ordenar el despliegue de 25 mil soldados en las fronteras y convocar a la población civil a incorporarse a la reserva.
Desde inicios de septiembre, Estados Unidos ha intensificado su presencia en el Caribe con ocho buques de guerra y la participación de un submarino de ataque nuclear. El presidente estadounidense Donald Trump ha asegurado que las operaciones buscan frenar el narcotráfico y reportó la destrucción de tres embarcaciones, con un saldo de 14 muertos.
Washington acusa a Maduro de encabezar redes de tráfico de drogas, por lo que ofrece una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. Caracas rechaza los señalamientos y sostiene que este año ha incautado más de 60 toneladas de drogas, una cifra que el ministro de Interior, Diosdado Cabello, calificó como la mayor desde 2010.
Cabello acusó además a la Administración para el Control de Drogas (DEA) de ejecutar “operaciones de falso positivo” para vincular a Venezuela con el narcotráfico. Como ejemplo, mencionó la incautación de tres mil 692 kilos de cocaína en una lancha proveniente de Colombia, donde, aseguró, se pretendía presentar a detenidos con documentos venezolanos para incriminar al país.
Mientras tanto, el gobierno de Maduro presentó ayer una denuncia ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por lo que calificó como la “ilegal interceptación” de un barco pesquero de su país por parte de la Armada de Estados Unidos. La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, informó que la queja también fue remitida a otros siete organismos internacionales vinculados con la actividad pesquera, en los que Caracas busca respaldo frente a lo que considera una “grave violación a la soberanía nacional”.
