El mandatario estadounidense Donald Trump confirmó ayer que sostendrá una reunión con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en Budapest, con el propósito de intentar poner fin a la guerra que enfrenta a Rusia y Ucrania. El anuncio lo realizó tras una llamada telefónica con el líder del Kremlin, un día antes de recibir en la Casa Blanca al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
“El presidente Putin y yo nos reuniremos en un lugar acordado, Budapest, para ver si podemos poner fin a esta guerra ignominiosa entre Rusia y Ucrania”, escribió Trump en Truth Social.
- El Dato: Zelenski dijo que ahora Rusia recurre al terror contra su sistema energético infligiendo ataques diarios, “estamos trabajando en la resiliencia de Ucrania”.
Será el segundo encuentro entre ambos mandatarios desde la cita del 15 de agosto en Alaska, que concluyó sin avances significativos. En esta ocasión, ambos gobiernos acordaron celebrar una reunión preparatoria de alto nivel la próxima semana, con la participación del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.

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Por su parte, el asesor presidencial del Kremlin, Yuri Ushakov, informó que durante la conversación Putin manifestó su inquietud ante el posible envío de misiles Tomahawk a Ucrania, lo que calificó como “un nuevo nivel de escalada”.
El anuncio del diálogo entre Trump y Putin se produjo a la par de la llegada de Volodimir Zelenski a Washington, donde busca reforzar la cooperación militar con Estados Unidos. En su visita oficial, el mandatario ucraniano pretende obtener la autorización para adquirir misiles Tomahawk de largo alcance, sistemas de defensa aérea y acuerdos tecnológicos que permitan la producción de drones.
- El Tip: En los últimos días la Casa Blanca parecía inclinarse a otorgarle a Zelenski un nuevo apoyo y estaba cada vez más frustrada con Putin.
Zelenski declaró que “Putin no es más valiente que Hamas ni que cualquier otro terrorista”, al denunciar los bombardeos rusos contra el sistema energético ucraniano. “Ya estamos viendo cómo Moscú se apresura a renovar el diálogo tras oír ‘Tomahawks’”, abundó, Según él, la reunión en la Casa Blanca podría generar un “impulso decisivo” al fin del conflicto.
En las últimas horas, Rusia lanzó más de 300 drones y 37 misiles contra instalaciones energéticas de Ucrania, lo que provocó apagones en ocho regiones. La empresa eléctrica Ukrenergo reportó cortes masivos en Kiev, mientras que Naftogaz y DTEK registraron daños en sus redes de distribución de gas y electricidad.
Los ataques se suman a la ofensiva invernal de Moscú, dirigida a colapsar la infraestructura civil. Kiev respondió con el ataque a una refinería en Saratov, al sur de Rusia, lo que intensificó una dinámica de ofensivas cruzados que profundiza el desgaste del conflicto.
- 300 drones lanzó Rusia contra instalaciones energéticas ucranianas
- 2022 inició la invasión rusa contra territorio ucraniano
En tanto, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anunció que su país está listo para organizar la reunión entre Trump y Putin. “La cita prevista entre los presidentes estadounidense y ruso es una gran noticia para quienes aman la paz. ¡Estamos preparados!”, publicó en X.
Orbán, uno de los pocos dirigentes europeos con vínculos estrechos tanto con Trump como con Putin, ha sido un crítico constante de la estrategia occidental en Ucrania. Pese a las tensiones con Kiev, que ha acusado a Hungría de interferir con drones, el líder ultranacionalista busca posicionar a Budapest como un mediador neutral entre las potencias.
La elección de la capital húngara como sede genera controversia: Putin enfrenta órdenes de arresto internacional por presuntos crímenes de guerra, lo que restringe sus desplazamientos. Para Washington, aceptar Hungría como escenario representa un acto de pragmatismo diplomático, aunque genera preocupación en la Unión Europea y en la OTAN, que temen un acercamiento excesivo entre Trump y el Kremlin.
LOS MISILES TOMAHAWK. El debate sobre los misiles Tomahawk se perfila como el punto más delicado en las conversaciones. Trump insinuó hace unos días que podría autorizar su envío a Ucrania si Moscú no accede a un alto al fuego, aunque durante su llamada con Putin moderó su postura.
“El suministro de esos misiles a Kiev dañaría gravemente el proceso de paz”, advirtió el Kremlin. No obstante, el Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, señaló que el envío de Tomahawks “no provocaría una escalada” y equivaldría a equilibrar las capacidades bélicas ante los ataques rusos con misiles de largo alcance.
Por su parte, el magnate ha insistido en proyectarse como promotor de acuerdos globales, ha destacado su papel en el alto el fuego en Gaza y la cooperación con India, cuyo primer ministro, Narendra Modi, prometió disminuir las importaciones de petróleo ruso. Sin embargo, Moscú no ha confirmado ese compromiso, mientras que China mantiene silencio sobre las presiones de Washington para frenar su apoyo económico a Rusia.

