A partir del 28 de junio de 2025, los cajeros automáticos en España cambiarán profundamente. Entra en vigor la Ley 11/2023, que adapta la Directiva (UE) 2019/882 sobre accesibilidad y convierte cualquier cajero nuevo en un dispositivo plenamente inclusivo.
La meta: que personas con discapacidad visual, auditiva, física o cognitiva, así como personas mayores o con bajo dominio tecnológico, puedan retirar o gestionar su dinero sin barreras.
¿Cuáles son los plazos?
- 28 de junio de 2025: todos los cajeros nuevos deberán cumplir la normativa desde su instalación .
- Los 47,000 cajeros existentes tendrán hasta el 29 de junio de 2030 para adaptarse, siempre que no superen los 10 años de antigüedad. En caso de ser más antiguos, podrán seguir funcionando hasta agotar su vida útil
¿Qué cambios implementan los cajeros?
- Pantallas con alto contraste y tipografías legibles, ideales para personas con visión reducida.
- Instrucciones por voz y audioguías activables con auriculares para usuarios con discapacidad visual.
- Teclados en braille o en relieve para una navegación táctil inclusiva.
- Menús simplificados y interfaces táctiles accesibles, pensados también para personas con dificultades cognitivas.
- Altura ajustada adecuada para usuarios en silla de ruedas.
- Múltiples canales sensoriales: visual, auditivo y táctil

¿A quién beneficia?
- Personas con discapacidad (visual, auditiva, física o cognitiva)
- Personas mayores que a veces tienen barreras tecnológicas
- Quienes no usan habitualmente cajeros, pero necesitan sacar efectivo
- Personas con baja cultura digital, facilitándoles el acceso
Con ello se promueve una inclusión financiera real, sobre todo en zonas rurales o con pocos servicios bancarios.
¿Habrá sanciones si los bancos no cambian sus cajeros automáticos?
La Ley 11/2023 contempla multas de 300 euros hasta 1 millón de euros por incumplir sus obligaciones de accesibilidad. El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 será responsable de inspeccionar y sancionar a los bancos que no adapten sus cajero
La adaptabilidad implica un reto económico y operativo. Se estima que cada cajero cuesta entre 1 500 y 3 000 euros para actualizar. Además, el personal deberá recibir formación para:
- Detectar y asistir a usuarios con diversidad funcional
- Acompañar en el uso de los nuevos sistemas
La Ley 11/2023 propone revertir esa tendencia, haciendo que sacar dinero deje de ser una tarea complicada y se convierta en una experiencia accesible y digna para todos.
Es importante mencionar que esta nueva condición solo es válida en España, esperando que sea un ejemplo para diferentes países que también tienen un porcentaje de personas con alguna discapacidad y puedan disponer de su propio dinero.