La canasta básica alimentaria, que incluye 44 productos, incrementó su precio en 13.32 pesos de junio a julio del año en curso, lo que significó un costo de mil 963.94 pesos, siendo el huevo el que mayor variación registró, señaló la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
La organización llevó a cabo un estudio de mercado en todo el territorio nacional “con una muestra aleatoria, domiciliada, ambulatoria y estratificada en más de 200 puntos de venta” y con más de tres mil cuestionarios en los tres niveles de consumo: alto, medio y popular, señaló Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec, en entrevista con La Razón.
Los productos que aumentaron su precio fueron el huevo, que pasó de 54.19 a 57.63 pesos; zanahoria, de 18.81 pesos a 20 pesos; pasta para sopa, de 12.06 pesos a 12.62 pesos; leche, de 30.19 pesos a 31.41 pesos, y tortilla, de 25.47 pesos a 26.47 pesos.
Asimismo, destacó que las entidades federativas que resultaron con mayores alzas fueron Veracruz con 7.26 por ciento; San Luis Potosí, 6.22 por ciento; Chiapas, 5.87 por ciento; Morelos, 5.20 por ciento e Hidalgo, 3.65 por ciento.
Rivera señaló que tras la pandemia los alimentos se han encarecido en promedio hasta 33 por ciento. “Es la factura de la pandemia, la factura que se está cobrando y que le duele mucho a la ciudadanía… Nosotros hemos reportado desde hace un tiempo y sobre todo a partir de la época de la pospandemia, lo que hacemos es medir mes a mes la variación de precios sobre un universo de 44 productos”, explicó.
Y destacó que el Paquete contra la Inflación y la Carestía no ha tenido el impacto esperado porque funciona a través “del canal moderno” o de los supermercados y las personas más vulnerables no acuden a ese tipo de establecimientos, por el contrario, el consumo popular busca canales tradicionales.
“El Pacic, como lo hemos dicho desde un principio, no ha tenido el impacto esperado porque se opera a través del canal moderno, y a la gente que se busca apoyar con este programa, que es el consumidor más vulnerable, éste procura no ir a los supermercados, porque cualquiera que vaya ahí, tiende a gastar más de lo previsto. Y segundo, el consumo popular se orienta más al canal tradicional”, indicó.
Asimismo, sostuvo que otra falla que tiene el Pacic es que se ha estandarizado en sólo 24 productos, pero no se ha regionalizado. “No comemos lo mismo ni consumimos lo mismo” en los distintos lugares del país. dijo. Y subrayó que es importante que se haga por zonas, pues incluso el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ha dividido el territorio nacional en “cuatro grandes regiones económicas… De menos en esas cuatro regiones de consumo o de actividad comercial debería estar dividido o segmentado ese paquete para ofrecer canastas de alimentos regionalizados”.
Finalmente, dijo que si se suman las amenazas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump y los “viejos enemigos de siempre: inseguridad, sequía, prohibiciones comerciales, alto costo de la mano de obra y el encarecido factor energético”, el panorama es desalentador, pues con los resultados del estudio de mercado “se confirma que la tendencia apunta cada vez más hacia una franca recesión”.


