El nuevo Bachillerato Nacional de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) surge como un proyecto educativo de gran alcance que redefine la Educación Media Superior en México. Su principal objetivo es asegurar que cada joven tenga un lugar para continuar sus estudios, eliminando las barreras históricas que impedían el acceso a este nivel.
En este esfuerzo nacional, encabezado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), el programa “Mi derecho, mi lugar” se ha convertido en el rostro social del nuevo modelo, al materializar la idea de que la educación media superior no es un privilegio, sino un derecho garantizado para todas y todos.

“Mi derecho, mi lugar” nació como respuesta a una necesidad urgente: ofrecer a cada estudiante un espacio en la educación pública sin depender de exámenes de alto impacto o de procesos excluyentes. Por ello, con el nuevo modelo educativo cada estudiante cuenta, cada lugar importa y cada derecho se cumple.

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Por ello, se eliminó el examen del Comipems, lo cual no sólo amplía la cobertura, sino que refuerza el derecho a la educación. En el ciclo de asignación 2025, el programa alcanzó resultados históricos en la Zona Metropolitana del Valle de México: participaron 272 mil 793 aspirantes, y 94.7 % obtuvo un lugar en alguna institución educativa participante.
Este avance representa una reducción significativa de la exclusión educativa y consolida el principio de equidad promovido por la NEM.
En comparación con el sistema Comipems, donde sólo 26% lograba su 1.a opción, el modelo representa más inclusión
En síntesis, se acabaron los rechazados.
Además de garantizar cobertura, el programa mejora la calidad de la asignación. Del total de jóvenes registrados, el 68.4% ingresó a su primera opción y otro 21.1% a su segunda, cifras muy superiores a las alcanzadas por los antiguos procesos de selección. En comparación con el sistema Comipems 2024, donde sólo el 26% lograba su primera opción, el nuevo modelo representa un cambio estructural: menos competencia y más inclusión, menos incertidumbre y más oportunidades.
Además, alumnas, alumnos, docentes, directivos y autoridades educativas federales y estatales trabajan para integrar la nueva Ley de Educación Media Superior, que será un marco jurídico innovador y marcará un cambio radical en el bachillerato mexicano.

