Nostalgia a ritmo de rock

Guns N’ Roses recuerda sus mejores épocas junto a 65 mil fans mexicanos

Axl Rose, Slash, Duff McKagan y compañía cierran en CDMX su gira latinoamericana Because What You Want & What You Get Are Two Completely Different Things; rinden homenaje al fallecido Ozzy Osbourne

Guns N Roses en CDMX, el sábado 8 de noviembre.
Guns N Roses en CDMX, el sábado 8 de noviembre. Foto: Cortesía Guilherme Neto GUNS N ROSES

La noche del sábado 8 de noviembre, miles de fans de Guns N’ Roses recibieron con mucha emoción en el Estadio GNP Seguros a la banda que, durante los años 80 y 90, cimentó su legado como una de las agrupaciones más importantes en la historia del rock a nivel global gracias a su actitud desenfrenada, potente sonido y una increíble capacidad de poner a vibrar a la gente con sus canciones.

Después de una muy buena actuación de parte de los íconos del hip hop Public Enemy, y en medio de un ambiente de absoluta fiesta, Guns N’ Roses salió al escenario a las 21:30 horas para darle inicio a su tan esperado último concierto de su actual gira, luego de visitar diferentes partes de Latinoamérica.

“Welcome to the Jungle” fue el primer tema en sonar ante la fascinación del público y con un Axl, líder y cantante de la agrupación, dándolo todo desde el principio. Luego siguieron “Bad Obsession” y “Mr. Brownstone” en lo que fue un buen comienzo para una larga presentación que estuvo marcada por algunas de las canciones más conocidas del grupo.

Como siempre pasa en los conciertos de los Roses, el legendario Slash se apoderó del escenario en cada tema y con “It’s So Easy” esto se notó al máximo mientras soltaba potentes riffs con su guitarra. Tras el track salido del álbum Appetite for Destruction sonaron los también conocidos “Pretty Tied Up” y “Yesterdays”, este luego de que el vocalista le preguntara cómo estaba al público en claro español.

Slash en el Estadio GNP Seguros, el sábado.
Slash en el Estadio GNP Seguros, el sábado. ı Foto: Guilherme Neto GUNS N ROSES

Más tarde, los presentes estallaron de alegría con “Live and Let Die”, cover de Wings que estos rockeros supieron hacer suyo con el paso del tiempo. Usando sombrero y chamarra de vaquero, Axl interpretó “Knockin’ on Heaven’s Door”, cuya letra fue coreada por todos los asistentes mientras el cantante les pedía que cantarán con él.

“You Could Be Mine” fue otra infalible en el setlist. Posteriormente llegó un homenaje al fallecido Ozzy Osbourne, cuya foto apareció en la pantalla gigante al fondo del escenario, con “Sabbath Bloody Sabbath” de Black Sabbath, tras la cual llegó otro cover, de Velvet Revolver, viejo proyecto alterno de Slash y Duff McKagan (bajista) con el también fallecido Scott Weiland, cantante de Stone Temple Pilots.

Con “Patience” bajó un poco la intensidad, después Axl saludó en español a las señoritas presentes. Unas canciones más tarde, “Don’t Cry” marcó un momento memorable en una noche que continuó por buen rumbo con “Rocket Queen”. Axl presentó a sus compañeros, uno a uno, y acto seguido Slash regaló un solo de guitarra, mostrando su talento.

El cierre del show empezó a llegar con el clásico “Sweet Child o’ Mine”, que impactó desde sus inconfundibles primeros acordes de guitarra. La emotividad llegó con “November Rain”, mientras Axl tocaba el piano y miles de voces cantaban. “Night Train” fue el preámbulo para “Paradise City”, canción que define perfectamente lo que es la esencia de la banda.

Aunque es cierto que han pasado ya muchos años desde que Guns N’ Roses prácticamente dominaba la escena musical mundial, la edad y la condición física no fueron impedimentos para que el grupo se luciera, dejando completamente satisfechos a sus fans en esta ocasión.

Temas: