Juegos inocentes: ¿Por qué ver la película de terror de niños con poderes?

Hay un par de momentos en que la ficción pierde el rigor y deja elementos al aire con respecto a la reacción e inferencia del mundo adulto, pero que interesante la forma en que “Juegos inocentes” —“De uskyldige”— amplía el rango del concepto de los superhéroes para explorar los procesos infantiles, y con lo cotidiano como materia prima, estirar y mantener la tensión al tope hasta elaborar una inesperada batalla de tintes épicos.

Por que en este caso no se trata de lucir el uso de las habilidades extraordinarias que los niños descubren que poseen, sino usarlas como herramientas para enrarecer su entorno y así empujar al espectador a internarse en el microcosmos infantil donde los rasgos de agresión y empatía intrínsecos de la naturaleza humana, comienzan a forjarse en personalidades que fácilmente pueden desviarse a un lado u otro, bajo las narices de los padres acostumbrados a subestimar los indicadores.

Es precisamente con el afán de hacer patente que todo pasa a la vista de quien realmente quiere poner atención, que aquí para generar la inquietud del relato y las atmósferas de tintes sobrenaturales, el director recurre a mínimas escenas en la oscuridad, prácticamente todo sucede a plena luz del día, incluso la gran batalla se lleva a cabo con planos abiertos y secuencias multitudinarias.

Otra de sus virtudes es que las disyuntivas que enfrentan los personajes -interpretados por pequeños que a sus escasos años lucen una naturalidad y certeza abrumadora-, empujados a romper amistades, hacer alianzas y tomar cruentas decisiones, se tratan con seriedad y a fondo, sin evitar las implicaciones morales cuando ellos mismos se cuestionan.

Es por ello que "Juegos inocentes", del también guionista noruego Eskil Vogt —“Les étrangers” (2004), “Blind” (2014)—, proyectada en el Festival de Cannes y el Festival de Sitges; además de ser un thriller con un drama sólido y dentro de su sencillez ofrecer un discurso social crítico sobre la indiferencia, bien podría catalogarse como una película de superhéroes realmente oscura, incluso más que la mayoría de las producciones de ese tipo en los últimos años. Toma eso Marvel y DC.