La Rosa de Guadalupe ha destacado a través de los años por su manera de abordar problemáticas sociales en sus capítulos, abriendo al conversación ante su público. Hace unos años, uno de los episodios más fuertes fue el que habla sobre el Reto del Abecedario.
La serie cuenta la historia de Gonzalo, un niño que por querer pertenecer al grupo de amigos de la niña que le gusta, accede a hacer el Reto del Abecedario, una actividad riesgosa y llena de dolor que en la vida real, llegó a ser muy popular en las escuelas.
¿Cuál es el Reto del Abecedario?
Hace años, el público adulto se alertó por una tendencia entre alumnos de escuela y niños en general que desató preocupación. Se trataba de un reto que ponía en riesgo la integridad de los menores de edad y que les dejaba marcas en el cuerpo que eran fáciles de identificar.

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El reto consistía en decir el abecedario con una temática específica (por ejemplo, animales) mientras otro niño hacía fricción en tu mano con una goma de borrar, aunque en ocasiones se llegaban a utilizar elementos más dañinos, como tijeras.
El roce constante a alta velocidad genera marcas en los niños en las manos principalmente, lo que desató las alarmas entre los padres y quienes pueden notar las marcas que deja dicho ‘juego’ en quienes participan.
En La Rosa de Guadalupe, el protagonista pierde un dedo a consecuencia del desafío. Si bien esto podría parecer muy dramático, no hay que menospreciar los riesgos que implica este juego, pues una lesión puede generar infección si no se tienen los cuidados adecuados.
Para muchos, el reto fue considerado como el sustituto de La Ballena Azul, una serie de retos que ponían en riesgo a los menores, pues en el último se fomentaba el suicidio.
Si bien el Reto del Abecedario no tenía que ver con una actitud suicida, sí representa un problema serio de autolesión, pues también habían niños que realizaban esta actividad en solitario. Ante la posibilidad de que este macabro juego ‘infantil’ persista, lo más recomendable es siempre acudir con un psicólogo que determine el riesgo en el que se encuentra el niño y la manera más óptima de asegurar su bienestar.

