El Premio Cervantes, instituido en 1976 y considerado el galardón más importante en lengua castellana, lo han ganado seis mexicanos, entre ellos Octavio Paz, el primer connacional en obtenerlo; y los escritores Carlos Fuentes y Sergio Pitol.
La escritora Elena Poniatowska es la única mujer mexicana que se ha alzado con el Premio Cervantes.
Este año, entre los favoritos para ganar el Premio Cervantes 2020, figura la escritora mexicana Ángeles Mastretta.
A continuación te contamos la historia de cada uno de los laureados:
1. Octavio Paz (1981)
El poeta Octavio Paz tenía 67 años cuando fue galardonado con el Premio Cervantes. En su discurso reflexionó acerca del proceso creativo del escritor y también rindió homenaje a Miguel de Cervantes al señalar que con el autor: “comienza la crítica de los absolutos: comienza la libertad”.
También resaltó la importancia de la lengua: “decir lengua es decir civilización: comunidad de valores, símbolos, usos, creencias, visiones, preguntas sobre el pasado, el presente, el porvenir”.
2. Carlos Fuentes (1987)
El escritor Carlos Fuentes tenía 59 años cuando fue laureado con el Premio Cervantes. Se convirtió en el autor más joven en la historia del reconocimiento en recibirlo. En su discurso, dedicó el galardón a México, “patria de mi sangre pero también de mi imaginación, a menudo conflictiva, a menudo contradictora, pero siempre apasionada con la tierra de mis padres. México es mi herencia, pero no mi indiferencia”, expresó.
3. Sergio Pitol (2005)
Sergio Pitol fue reconocido con el Premio Cervantes por ser un escritor que, “con el conjunto de su obra ha contribuido a enriquecer el legado literario hispánico”, destacó el jurado.
El autor de “El arte de la fuga reflexionó acerca de la importancia de la escritura: “Escribir –decía Garzón del Camino– no significaba copiar mecánicamente a los maestros, ni utilizar términos obsoletos como lo habían hecho algunos neocolonialistas mexicanos. El objetivo fundamental de la escritura era descubrir o intuir el «genio de la lengua», la posibilidad de modularla a discreción, de convertir en nueva una palabra mil veces repetida con sólo acomodarla en la posición adecuada en una frase”.
4. José Emilio Pacheco (2009)
El autor del libro “El principio del placer” se alzó con el Premio Cervantes en 2009. José Antonio Pascual, presidente del jurado, destacó que José Emilio Pacheco se podía “definir como el idioma entero. Es un poeta excepcional de la vida cotidiana, con una profundidad y una libertad de sus pensamientos, una capacidad de crear un mundo propio y un uso lingüístico impecable”.
En su discurso, José Emilio Pacheco rememoró su niñez y cómo descubrió Don Quijote. “En algún plano es real otra experiencia: la de un niño que una mañana de Ciudad de México va con toda su escuela al Palacio de Bellas Artes y asiste asombrado a una representación del Quijote convertido en espectáculo”, expresó.
5. Elena Poniatowska (2013)
Elena Poniatowska se convirtió en la primera mexicana en ganar el Premio Cervantes y en la cuarta mujer en toda la historia del galardón en ser laureada. En su discurso indicó: “Soy una Sancho Panza femenina. (…) Una escritora que no puede hablar de molinos porque ya no los hay y en cambio lo hace de los andariegos comunes y corrientes que cargan su bolsa del mandado, su pico o su pala, duermen a la buena ventura y confían en una cronista impulsiva que retiene lo que le cuentan”.
6. Fernando del Paso (2015)
El escritor Fernando del Paso es el último mexicano, hasta ahora, en ser reconocido con el Premio Cervantes. Al recibir el galardón ofreció un discurso frontal y de indignación hacia lo que ocurría en México: “las cosas no han cambiado en México sino para empeorar, continúan los atracos, las extorsiones, los secuestros, las desapariciones, los feminicidios, la discriminación, lo abusos de poder, la corrupción, la impunidad y el cinismo.
“Criticar a mi país en un país extranjero me da vergüenza. Pues bien, me trago esa vergüenza y aprovecho este foro internacional para denunciar a los cuatro vientos la aprobación en el Estado de México de la bautizada como Ley Atenco, una ley opresora que habilita a la policía a apresar e incluso a disparar en manifestaciones y reuniones públicas a quienes atenten, según su criterio, contra la seguridad, el orden público, la integridad, la vida y los bienes, tanto públicos como de las personas”, lamentó.
AG