Laura Bozzo, reconocida conductora peruana, admitió públicamente que en su programa Que pase Laura se incluyeron casos ficticios debido a carencias en producción. En una entrevista con Sergio Mayer, explicó que actualmente cuenta con un equipo muy reducido, lo que afecta la autenticidad de los contenidos.
“Inició con Laura en América, que era realidad total. Íbamos a las comisarías y sacábamos de ahí los casos”, explicó la conductora, resaltando que en aquel tiempo el contenido se obtenía directamente de fuentes oficiales.
No obstante, reconoció que las historias no se presentaban tal cual, sino que se estilizaban para adaptarse al formato televisivo. “Obviamente se adornaban, se exageraban”, admitió.

¿Quién es y a qué se dedica Cibad Hernández? El novio de Alicia Villareal
Al referirse a temas recurrentes en su programa como los casos de infidelidad o los segmentos dedicados a “el desgraciado”, Laura Bozzo aceptó que se trataban con un enfoque más escénico que investigativo. Estas situaciones eran, según sus propias palabras, “más show”.
Laura Bozzo admite que presentó casos ficticios en su programa: ‘Creí en mi equipo’
Durante la entrevista, el conductor Sergio Mayer le preguntó directamente: “Hacían más televisión, pero, ¿eran casos reales?”, a lo que Laura Bozzo respondió con sinceridad que “en Perú, que hemos resuelto millones de casos y la gente lo recuerda”, aseguró.
Sin embargo, explicó que, al trasladarse a México, mantener ese estándar de autenticidad resultó más complicado. La razón principal fue la dificultad para supervisar de manera estricta al equipo de producción. “Acá en México se inició así, pero era complicado controlar a los investigadores. Entonces, ellos hacían parte de casos reales y parte de casos no reales”, reconoció la conductora de televisión.
Pese a estas dificultades, Laura Bozzo dejó claro que su intención como conductora siempre fue genuina. “Mi interés era real, porque para qué daba ayuda si no era real”, subrayó con énfasis, reafirmando que su compromiso con el servicio social era auténtico, más allá del entretenimiento que su programa pudiera ofrecer.
“Hubo un momento… Yo no sabía, te lo juro. Yo creí en mi equipo hasta que me di cuenta de que no", explicó.
Agregó que después descubrió que todo era ficción: “Cuando en un momento estoy entrevistando y digo ‘Me estás mintiendo’. Llamo a un investigador y le digo ‘Este caso no es real’. Si veía que algo no estaba, lo decía. Ahí empecé a tener ficciones”.
El contar con limitado personal y con recursos escasos, dijo, provocaron que los casos genuinos se volvieran difíciles de conseguir, lo que afectó la credibilidad de su trabajo.
