Estreno en cines

Ghostbusters, el legado: ¿Vale la pena la secuela de la clásica saga ochentera?

“Ghosbusters: el legado” se estrena en cines de México; te decimos si vale la pena ver la esperada secuela de la saga de los Cazafantasmas

"Ghostbusters: el legado" se estrena en cines, lee nuestra reseña y descubre si vale la pena
"Ghostbusters: el legado" se estrena en cines, lee nuestra reseña y descubre si vale la penaEspecial
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La vena de cine independiente que define el trayecto del otrora responsable de producciones como la galardonada “Juno” (2007) es lo que le da el pulso exacto para hacer válidos aquellos años de infancia transitando por los sets donde se gestó “Ghosbusters”, emblemática saga fílmica de su padre Ivan Reitman, para ahora no sólo darle continuidad a la misma con “Ghosbusters: el legado”, dentro de un ejercicio de autoreferencia, sino lograr una entrañable puesta al día del concepto y dejarlo listo para tomar por asalto a las nuevas generaciones, haciendo un llamado a recuperar esa capacidad de soñar que se alimentaba de la magia propia del cine veraniego.

Aludir a la clásica fórmula de la familia disfuncional que marcara el camino del entretenimiento en los 80, pero matizando los roles y las relaciones entre los personajes, por ejemplo prácticamente no existe el bullying e incredulidad hacia la hermana pequeña que era usual en ese tipo de propuestas; es la llave para abrir el armario e ir develando de forma muy orgánica y sin hacer de la nostalgia el único ingrediente, los elementos que definen este universo donde lo paranormal encuentra bases científicas y hace de los nerds los mejores aventureros.

Ubicar todo el asunto en una comunidad al margen de las grandes urbes norteamericanas, donde el tiempo parece haberse estancado, hace que en medio de una época marcada por lo digital y el uso de las redes sociales, cobre sentido la aparición de la tecnología análoga que manejaban Peter Venkman, Egon Spengler, Ray Stantz y Winston Zeddemore.

Quizás se extrañen un poco los leves toques de irreverencia que lucía “Ghostbusters” de 1984, pero esto lo compensan con la química que genera la combinación de los rasgos en los personajes centrales, apoyados por la sutil vis cómica de Paul Rudd y Carrie Coon, quienes toman un rol secundario similar al que tuvieran Annie Potts y Rick Moranis en aquella película.

Empezando por el mustio encanto de la nieta de Egon interpretada por Mckenna Grace, quien se convierte en la representación de quienes siendo niños se emocionaron al ver por primera vez en la pantalla a estos cazadores de fantasmas, la peculiar presencia de su hermano adolescente encarnado por Finn Wolfhard, así como la desenfadada actitud del compañero de escuela obsesionado con las teorías de conspiración que habrá de convertirse en su cómplice, papel cargo de Logan Kim.

Es de tal modo que el director Jason Reitman pone a este nuevo equipo a la altura del anunciado regreso de los amados protagonistas originales de la saga “Ghostbusters”, dentro de un emotivo vehículo de entretenimiento que además de recordarnos a “quien vamos a llamar”, nos deja con muchas ganas de hacerlo muy muy pronto.

Por cierto, hay dos escenas post créditos que harán las delicias de los fans y terminan de redondear el homenaje y plantear la continuidad, la segunda ellas aparece hasta después del último logo, así que nos se deje sorprender por las luces en la sala. 

rc